Sandra pulido Madrid | jueves, 07 de diciembre de 2017 h |

El 3 de diciembre de 1967 Christiaan Neethling Barnard pasaría a la historia por ser el primer médico en realizar con éxito un trasplante de corazón. Ocurrió en el Hospital Grote Schurr de Ciudad del Cabo (Sudáfrica). La donante fue Dénise Darvall, una joven oficinista de 25 años que falleció al ser atropellada. El receptor fue Louis Washkansky, un comerciante corpulento de 56 años desahuciado por un irreversible problema cardíaco y una diabetes aguda.

La operación duró cerca de cinco horas y, tras 52 minutos de suturas cardíacas, 20 cirujanos y un choque eléctrico, el corazón del donante comenzó a latir en el tórax del receptor.

“La comprobación de que ante mí se hallaba un hombre tendido, un hombre sin corazón, pero vivo, me parece que fue el momento que me infundió más pavor”, reconoció el propio Barnard tras observar la cavidad pericárdica vacía del receptor.

Cuando el paciente despertó aseguró sentirse mucho mejor, todos los periódicos del mundo se hicieron eco de esta noticia.

Y aunque el receptor acabaría falleciendo 18 días después como consecuencia de una neumonía, la intervención representa todo un hito en la historia de la medicina. Esta intervención actualmente permite salvar la vida cada año a más de 7.000 pacientes cardiovasculares en todo el mundo, unos 250-300 en España.

Intervenciones posteriores

Tras la cirugía de Barnard se intentaron experiencias similares en diferentes países europeos pero con pésimos resultados. De hecho, en 1968 el cardiólogo Cristóbal Martínez Bordiu, marqués de Villaverde y yerno de Francisco Franco, trató de realizar en el hospital de La Paz de Madrid el primer trasplante cardiaco en España, pero el paciente apenas sobrevivió unas horas.

De hecho, tras el fracaso de los primeros trasplantes muchos centros dejaron de hacerlo y no se consiguieron mejorar los resultados hasta finales de los años 70 con la introducción de la ciclosporina, el primer fármaco realmente eficaz contra los rechazos.

17 años después, en mayo de 1984, los cardiólogos Josep María Caralps y Josep Oriol Bonín llevarían a cabo en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona el primer trasplante cardiaco con éxito en España, ya que el paciente sobrevivió nueve meses.

En julio de ese mismo año Ramón Arcas, en la Clínica Universitaria de Navarra, logró trasplantar con éxito otro corazón. Y en septiembre de ese mismo año, Diego Figuera, en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, se uniría al grupo de pioneros al realizar además el primer trasplante pediátrico a María Dolores Ortega, cuando apenas tenía 11 años de edad. Desde 1984 hasta la fecha más de 8.000 personas se han beneficiado de este tipo de terapéutica, 427 de ellos niños. Además, las cifras de supervivencia tras un trasplante cardiaco han ido mejorando con la experiencia y son, en la actualidad, del 80 por ciento al año y 70 por ciento a los cinco años del trasplante.

DATOS BIOGRÁFICOS

Christiaan Barnard se doctoró en la Universidad de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde se había graduado en 1953, e inició su carrera como médico cirujano general en el Hospital Groote Schuur. Pero fue en 1955 cuando obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), donde se formó como especialista en cardiología en 1958. Owen H. Gesteen le introdujo en la ciencia cardiovascular y el cirujano Norman Shumway le familiarizó con la técnica de trasplantes de corazón con animales. A su regreso, Barnard practicó esta intervención con animales y en 1962 fue nombrado jefe de cirugía torácica en el mismo hospital donde ejerció antes de doctorarse.