Gaceta Médica Barcelona | viernes, 26 de febrero de 2016 h |

La anemia aplásica es una enfermedad rara de la sangre en la que la médula ósea (MO) es incapaz de generar células sanguíneas al ritmo adecuado. Muchas formas de anemia aplásica comparten un vínculo con el proceso de envejecimiento: el acortamiento de los telómeros, las estructuras que protegen los extremos de los cromosomas. Hace cuatro años, un grupo del CNIO creó una novedosa terapia contra el envejecimiento basada en reparar los telómeros. Ahora, los mismos investigadores demuestran que esa terapia puede ser efectiva contra las clases de anemia aplásica provocadas por telómeros cortos. El tratamiento se basa en hacer que las células de la médula ósea expresen la enzima telomerasa, responsable de reparar los telómeros. Para ello los investigadores recurren a la terapia génica: utilizando un virus como vehículo, introducen el gen de la telomerasa en las células de la médula ósea, que pueden así reparar los telómeros y seguir generando células sanguíneas. Por tanto, han aportado una prueba de concepto de que el tratamiento con telomerasa tiene un efecto terapéutico en la anemia aplásica provocada por telómeros cortos.

En su trabajo de 2012, los investigadores retrasaron sustancialmente el envejecimiento de los ratones logrando que sus células, durante un periodo de tiempo, produjeran de nuevo telomerasa. En el trabajo que ahora se publica hacen que las células madre de la médula ósea produzcan más telomerasa, y puedan así reparar sus telómeros excesivamente cortos.

Dos tipos de anemia

Los investigadores recurrieron a dos tipos de ratones que simulan la enfermedad en humanos. En uno se reprodujo la anemia aplásica adquirida: debido a daños de diversa etiología una parte de las células madre muere, y las que quedan deben dividirse más para mantener la producción de las células de la sangre; a consecuencia de tantas divisiones, los telómeros se acortan y aparece la enfermedad. En el animal modelo, los investigadores mataron parte de las células madre eliminando en ellas un determinado gen; al cabo de unas semanas trataron a los animales con la terapia génica con telomerasa. “El tratamiento evita de forma significativa la mortalidad por anemia aplásica, y alarga los telómeros en la sangre y en la médula ósea. En el grupo no tratado, la mayor parte de los animales mueren de anemia aplásica”, comentan los autores. El segundo modelo animal buscaba reproducir la anemia aplásica hereditaria, producida por mutaciones relacionadas con los telómeros y la telomerasa. Los investigadores recurrieron a un ratón al que se había eliminado el gen de la telomerasa específicamente en las células de la médula ósea. Como en el primer caso, tras ser tratado con terapia génica con telomerasa, “también se alargaron los telómeros en sangre periférica y el número de células sanguíneas mejoró considerablemente”, señalan los autores. En ambos modelos, la mayor número de células sanguíneas puede atribuirse a una mayor reserva de células madre.