“Habría que poner más dinero”, lo que generaría más déficit para la Administración General del Estado, y podría “crear más agravios entre los españoles”. Tras estas dos razones se oculta la renuncia del Gobierno a reformar el sistema de financiación durante esta legislatura, tal y como confirmó en el Congreso el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro.
Montoro también señaló, en respuesta al diputado de Foro Asturias Enrique Álvarez Sostres, que el Ejecutivo no acometerá su reforma “en contra de lo que le hubiera gustado hacer” y a pesar de que su partido fue y sigue siendo muy crítico con el modelo aprobado en 2009.
Según el ministro, si el Estado y las comunidades han logrado funcionar los últimos años y financiar los servicios públicos sin modificar el sistema, “se puede completar la legislatura” sin hacerlo. Montoro sigue apelando a los mecanismos puestos en marcha por el Estado para ayudar a las autonomías, como el plan de pago a proveedores, el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o el aplazamiento de la devolución de las entregas a cuenta.
