Los Sindicatos de Médicos de atención primaria de Aragón (Fasamet y CESMAragón) se han movilizado frente al Gobierno de Aragón para exigir medidas urgentes para paliar “el colapso diario de los centros de salud, el agotamiento de los profesionales, la sobrecarga en las consultas y el deterioro en la calidad del servicio que sufren los usuarios del sistema sanitario”.

Leandro Catalán, portavoz de los Sindicatos Médicos de Aragón y presidente de Fasamet, denuncia que “no se han tomado las decisiones necesarias para adaptar los recursos existentes a mejorar la actual situación sanitaria y no se ha previsto un recambio generacional, lo que ha provocado un deterioro progresivo durante los últimos años en la calidad de la Atención Primaria”. Además, Catalán reclama un presupuesto único para este nivel que llegue al 25 por ciento.

Los sindicatos han advertido además de la convocatoria de huelga los próximos 23 y 24 de enero si sus demandas no se atienden, Catalán ha resaltado que “posteriormente se podrá valorar una huelga indefinida”.

En la concentración, los manifestantes han leído un manifiesto, dirigido al Gobierno de Aragón y toda la población, en el que señalan que los médicos y pediatras de atención primaria llevan “años avisando del declive de la atención primaria aragonesa sin haber sido escuchados”. “No pedimos otra cosa que unas condiciones dignas y atender a nuestros pacientes como merecen”, explican.

Además, aseguran que la situación actual era “previsible al no haber aplicado las medidas oportunas por ningún gobierno” y especialmente acuciante en Aragón, “ya que las condiciones laborales en otras comunidades son más favorables”. Por ello, critican al presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, “por intentar hacer llegar a la opinión pública que la situación que atraviesa la Atención Primaria aragonesa es responsabilidad de sus profesionales y no de la gestión”.

Propuestas para mejorar la atención

En la manifestación también han recordado las medidas que demandan, entre ellas limitar las agendas a un máximo de 35 pacientes, garantizar los descansos sin exceder los límites de jornada establecidos y mejorar la conciliación flexibilizando la jornada y unificando el horario de cierre de los centros de salud urbanos a las 17 horas.

“Ante los repetidos y graves casos de agresiones sanitarias, otro punto es mejorar la seguridad laboral con campañas publicitarias y sanciones económicas y también implantando todas las medidas de vigilancia necesarias”, explican los sindicatos.

Por otra parte, para actuar contra la falta de médicos, se busca impulsar la docencia MIR, con propuestas como incentivar a los tutores, aumentar las plazas convocadas y extender los centros docentes, tanto urbanos como rurales.

Otras reclamaciones son: mejorar las condiciones laborales y retributivas, con contratos duraderos, y aumentar el presupuesto, “con gastos finalistas para la atención primaria, claros e independientes, y una gerencia única para gestionarlos”, concluyen.


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