GM Madrid | lunes, 03 de septiembre de 2018 h |

La supervivencia global del cáncer de pulmón ha aumentado y ya representa el 15 por ciento de todos los casos. Esto en parte se debe a que cada vez se detectan más nódulos pulmonares solitarios (NPS), de alrededor de un centímetro de diámetro en pacientes frágiles y pluripatológicos, lo que permite ofrecer a estos pacientes una estrategia diagnóstica y terapéutica con diversas opciones que incrementan sus posibilidades de supervivencia.

No obstante, más del 80 por ciento de los cánceres de pulmón se diagnostican en fases avanzadas. Esta fue la conclusión de la ponencia “Cáncer de pulmón estadio I: decisiones diagnósticas y terapéuticas” que ofreció Francisco Javier Aspa, jefe de sección de Neumología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid y responsable de la Consulta Monográfica de Alta Resolución de Cáncer de Pulmón en el mismo centro hospitalario, profesor asociado de la Universidad Autónoma de Madrid y miembro de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica) durante el 51 Congreso Nacional de SEPAR, celebrado recientemente en Palma de Mallorca.

Sobre los nódulos pulmonares solitarios

Los nódulos pulmonares solitarios o NPS se detectan con la intención de hacer un diagnóstico temprano en pacientes sin síntomas, gracias al cribado mediante TAC torácico en fumadores.

Los NPS miden menos de 3 cm. por definición, presentando especiales problemas de manejo los que tienen un tamaño de alrededor de 1 cm.

Su evaluación implica calcular la probabilidad de malignidad, la realización de pruebas de imagen como un PET-TAC, así como la toma de muestras histológicas. Con esta evaluación, la decisión terapéutica final puede ser la vigilancia radiológica, la cirugía o la radioterapia dirigida. La extirpación de nódulos no malignos se sitúa entre un 9% y un 25%, según distintas series.

Los comités de tumores, al final del proceso de valoración clínica, calibrando conjuntamente el resultado de las diferentes pruebas y teniendo en cuenta las posibilidades de falsos positivos y falsos negativos, así como la gravedad del diagnóstico, tienden a inclinarse más por la extirpación del NPS sin una confirmación absoluta de su malignidad.

Existen diversas opciones diagnósticas y terapéuticas para pacientes mayores y pluripatológicos, destacando cirugías menos invasivas como la video-toracoscopia o VATS y la cirugía sub-lobar. Además desde fecha reciente se dispone de radioterapia localizada con altas dosis (Streotactic Body Radiation Therapy –SBRT- por sus siglas en inglés) con buenos resultados.

La VATS se asocia a menor dolor postoperatorio, menor estancia hospitalaria, disminución de la respuesta inflamatoria y, además, ayuda a evitar los retrasos en el acceso a la quimioterapia.