GM Madrid | jueves, 17 de enero de 2019 h |

Los fumadores que se sometan a una cirugía para el cáncer de pulmón deben dejar de fumar antes de la operación, y cuanto antes mejor, según ha concluido un estudio de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Juntendo en Tokio (Japón).

En esta investigación, entre los pacientes sometidos a cirugía por cáncer de pulmón, los no fumadores tuvieron menos complicaciones que los fumadores. Pero dejar de fumar incluso unos pocos meses antes de la cirugía redujo los riesgos de complicaciones. “Incluso un corto período de cuatro semanas de cese preoperatorio puede contribuir a una reducción importante del riesgo”, explica David Lindstrom, que no participó en el nuevo estudio.

Estudios previos indican que aproximadamente un tercio de los pacientes son fumadores en el momento del diagnóstico, y el 20 por ciento fuman en el momento de la cirugía, detallan Mariko Fukui y sus colegas en su informe del estudio, publicado en la revista ‘Annals of Thoracic Surgery’.

Los investigadores estudiaron a 666 pacientes que se sometieron a una cirugía para el cáncer de pulmón entre 2012-2016, incluidos 256 nunca fumadores y 410 fumadores actuales o anteriores. Durante los tres meses posteriores a las operaciones, aproximadamente el 32 por ciento de los fumadores tuvieron complicaciones respiratorias, en comparación con el 22 por ciento de los que dejaron de fumar y el 3,5 por ciento de los no fumadores. En general, los fumadores eran mayores, tenían una función pulmonar más pobre, necesitaban operaciones más prolongadas y perdían más sangre durante la cirugía.

Cuanto más tiempo transcurrió desde que dejaron de fumar, menor era el riesgo de problemas postoperatorios. Las tasas de complicaciones fueron del 13 por ciento para los fumadores, del 10 por ciento para los pacientes que dejaron de fumar menos de un mes antes de la cirugía, del 8,5 por ciento para las personas que dejaron de fumar de uno a tres meses antes de la cirugía, del 6,3 por ciento durante tres a seis meses, del 6 por ciento durante seis meses a un año, y el 5 por ciento para los exfumadores que habían dejado de fumar más de un año antes de su cirugía.

“Los resultados de la cirugía pulmonar no solo están vinculados a la supervivencia a largo plazo, sino a la calidad de vida, y la resección pulmonar y el cáncer de pulmón tienden a disminuir ambos. El abandono del hábito de fumar debería ser, sin lugar a dudas, uno de los pilares”, comenta María Rodríguez Pérez, de la Clínica Universidad de Navarra en Madrid, quien investiga el cáncer de pulmón pero no participó en este estudio.