GM Barcelona | viernes, 21 de abril de 2017 h |

Un equipo liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estudiado los mecanismos reguladores del procesamiento del ARN mensajero (splicing), una etapa esencial de la expresión génica, del gen de susceptibilidad al cáncer de mama BRCA2, gracias al desarrollo de minigenes híbridos o versiones simplificadas y artificiales de un gen para rastrear y detectar variantes de ADN relacionadas con el cáncer de mama hereditario.

Los científicos, que publican sus conclusiones en la revista PLOS Genetics, han empleado los minigenes híbridos, creados a partir de una herramienta, el vector de splicing pSAD (Splicing and disease), patentada por este mismo equipo hace más de tres años, para estudiar 52 variantes de ADN de pacientes. El minigen desarrollado para esta investigación reproduce a pequeña escala siete exones de BRCA2.

Los minigenes híbridos permiten estudiar el impacto en el splicing de una determinada mutación sin necesidad de ARN de la paciente, que no es fácil de conseguir. “Podemos reproducir cualquier mutación detectada en una paciente mediante la técnica de mutagénesis dirigida”, explica Eladio Velasco, investigador del CSIC en el Instituto de Biología y Genética Molecular de Valladolid. Según este experto, uno de los principales problemas en los rastreos de los genes de susceptibilidad al cáncer de mama y ovario es la detección de una alta proporción, en torno al 50 por ciento, de las mutaciones de ADN de significado clínico incierto, es decir, se desconoce si son causantes de la enfermedad o neutras.

“Nosotros ofrecemos la posibilidad de clasificarlas desde el punto de vista del splicing. Cuando una mutación se considera causante de la enfermedad, esta puede ser rastreada en los familiares de la paciente para detectar posibles portadores asintomáticos”, agrega el investigador del CSIC.

Otro de los aspectos más destacados de la investigación del CSIC es que los minigenes híbridos pueden aplicarse, no solo a estos genes, sino a cualquiera que sea causante de una enfermedad hereditaria. De hecho, este equipo de investigadores ya está colaborando con otros organismos y empresas para la construcción de minigenes a la carta para estudiar, en concreto, pataologías como el síndrome de Lynch, el déficit de alfa-1-antitripsina, la osteogénesis imperfecta y las mutaciones del gen CHD7, relacionado con la discapacidad intelectual.