GM Madrid | lunes, 29 de octubre de 2018 h |

El deterioro cognitivo o demencia es casi el doble en los pacientes de diabetes tipo 2 que en la población general, en los países occidentales, según ha manifestado la médico especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona), Cristina Hernández, basándose en un estudio.

“La diabetes tipo 2 aceleraría la progresión del deterioro cognitivo con el consiguiente impacto socio-sanitario que ello comporta”, ha añadido durante la reunión ‘Controversias en Endocrinología y Nutrición’, organizada por la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, que ha abordado complicaciones no clásicas de la diabetes.

En este sentido, Hernández ha reclamado la necesidad de implementar estrategias que puedan ser útiles para el diagnóstico precoz del deterioro cognitivo, a través de un examen de la retina. “Nuestro grupo está investigando la utilidad del examen de la retina para identificar a los pacientes con deterioro cognitivo en fases muy incipientes, la retina es como ventana del cerebro”, ha explicado la experta.

En la actualidad, no existe ningún tratamiento farmacológico específico para el deterioro coginitivo y la demencia, pero “en los pacientes con diabetes, evitar las hipoglucemias, factor de riesgo de demencia, y emplear fármacos que reduzcan la resistencia a la insulina, que es un mecanismo clave implicado en el desarrollo del alzhéimer, parecen dos medidas claves para su prevención”, ha agregado la especialista.

De hecho, el alzhéimer es más precoz en los pacientes con DM2 y se relaciona con la resistencia a la insulina. Esta resistencia es, también, más temprana en DM2. “Existe una gran prevalencia de enfermedad de Alzheimer en la diabetes tipo 2, incluso se ha llegado a decir que la enfermedad de Alzheimer es la llamada diabetes tipo 3, pues se relaciona con la resistencia a la insulina, característica de la diabetes”, ha indicado el miembro del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Doctor Pesset (Valencia), Carlos Morillas.

“Esta enfermedad neurodegenerativa suele ser más precoz en población diabética. Habría, por tanto, que buscar ese hiperinsulinismo de una forma precoz antes de que apareciese el deterioro cognitivo”, ha indicado, al tiempo en el que ha incidido en que se “deberán priorizar, en la medida de lo posible, aquellas terapias que minimicen el riesgo de episodios hipoglucémicos en estos pacientes”.

Durante la mesa, además de las complicaciones diabéticas en las enfermedades cognitivas, también se ha hecho referencia a las enfermedades osteomusculares en este contexto. Morillas ha indicado que la comunidad científica no estudia ninguna de las dos porque no aumentan de forma clara la morbimortalidad cardiovascular.

“Sin olvidar las complicaciones clásicas, tenemos que prestar más atención a la parte osteomuscular, por ejemplo. Lo importante de estas enfermedades es buscarlas porque probablemente se pueden prevenir y algunas de ellas tienen mejor evolución que las complicaciones más estudiadas”, ha reivindicado el experto.