Sandra Pulido Madrid | viernes, 30 de noviembre de 2018 h |

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en adultos es un trastorno infradiagnosticado que afecta a un tres por ciento de la población general y que no desaparece cuando se deja atrás la niñez. Así lo ha explicado a GM Juncal Sevilla, psiquiatra especialista en TDAH del adulto de la Fundación Jiménez Díaz.

“Se tiene la idea preconcebida o errónea desde siempre de que el trastorno desaparece cuando se alcanza la mayoría de edad, lo que es totalmente absurdo porque sino lo tratamos sigue presente en a etapa adulta”, puntualiza la psiquiatra quien también denuncia que la poca visibilidad y conciencia que existe se debe a que “hay una parte de la comunidad médica que niega la existencia del trastorno” y que defiende que “no son síntomas sino cosas que le puede pasar a cualquier persona además de acusarles de vagos o irresponsables”, añade.

A este estigma se les añade la dificultad en el diagnóstico debido a que los profesionales solo identifican las patologías asociadas. “Normalmente suelen aparecer trastornos depresivos, ansiedades o consumo de sustancia, que son más fáciles de diagnosticar”, continua. “Entonces o se diagnostica mal o se diagnostica la patología que acompaña y no se la da la suficiente importancia” lo que implica que hay un grupo de adultos aún si recibir ningún tipo de tratamiento, según subrayó la especialista.

El tratamiento es igual que en la infancia: terapia farmacológica e intervención psicológica. “Es muy beneficioso hacer una intervención de psicoeducación para educar a los pacientes a través de psicoterapia y que entiendan que les ocurre y por qué les suceden ciertas eventualidades”, concreta Sevilla. El TDAH es un trastorno que impide que tengas una vida cien por cien funcional “pero una vez que estás tratado y orientado van a poder hacer una vida normal”, incide.

Variedad de prevalencia

Los datos de prevalencia van a variar en función de los países porque “hay países como EE.UU. que tienen mucha más conciencia y donde la prevalencia es más alta y luego otros países como pueden ser algunos de la U.E que no se diagnostica y la prevalencia es mas baja. Los últimos estudios nos hablan de una prevalencia del tres por ciento en adultos, que es bastante”, concluye la psiquiatra.