EP Madrid | martes, 13 de marzo de 2018 h |

El Hospital Universitario Reina Sofía, a través de la formación de sus profesionales, ha reducido el porcentaje de úlceras por presión registradas en los últimos dos años, pasando de un 13,15 a un 10,58 por ciento, según un estudio de prevalencia realizado por profesionales del centro, siendo un 5,53 por ciento las producidas en el propio hospital.

Así lo ha indicado la Junta de Andalucía en una nota en la que ha señalado que este descenso viene motivado por el trabajo realizado por los profesionales que integran la Comisión de Úlceras Por Presión (UPP) y Heridas que entró en funcionamiento en 2009.

Esta comisión la forman 13 profesionales de Enfermería con amplia experiencia clínica, docente o investigadora que trabajan en Observación, Neurología, Cirugía, Medicina interna, Cuidados Paliativos, Unidad de Cuidados Intensivos de adultos y niños y Neonatología y tiene como objetivo mejorar la calidad en los cuidados prestados a pacientes en riesgo o con úlceras u otras heridas.

Desde su constitución, en ella se han formado a profesionales de todas las unidades de gestión clínica del hospital implicadas en el cuidado del paciente en riesgo. Este esfuerzo está dando ya sus primeros resultados como es la reducción del porcentaje de úlceras y también evitando que las heridas y úlceras evolucionen a grados más graves.

Según ha explicado la presidenta del comité, Ángeles Turrado, “todas nuestras acciones van encaminadas a promover y potenciar la prevención, sensibilizar sobre la importancia del manejo y vigilancia de las úlceras por presión, reducir la variabilidad en la práctica clínica, gestionar los recursos materiales disponibles, abrir líneas de investigación y desarrollar aún más el plan de formación”.

Para ello, ha señalado que “los integrantes proporcionamos apoyo y ayuda al resto de personal sanitario que demanda asesoramiento y también a los que provienen de Atención Primaria y del ámbito sociosanitario que así lo requieran”.

Por su parte, el enfermero consultor de heridas Lorenzo Pérez ha destacado la importancia de contar con un equipo de profesionales que trabaje con estrategia para atender a toda la población diana, ya que “existe un perfil de pacientes muy diverso que necesita una atención personalizada y que en la mayoría de los casos implica múltiples visitas”.

En esta línea, Pérez ha aclarado que la complejidad de los pacientes a tratar va en consonancia con la patología médico quirúrgica que se atiende en el centro.

Además de pacientes en riesgo o con heridas crónicas, existe un porcentaje elevado de pacientes con heridas agudas, siendo necesario darle cobertura e incluir su manejo como mejora competencial para los profesionales.

Una de las grandes apuestas de la comisión es la no diferenciación entre pacientes adultos e infantiles, ya que el elevado número de pacientes pediátricos con UPP y heridas es una realidad que tiene que ser abordada por este equipo de trabajo.

Además, a través de la comisión se pretende reducir la variabilidad en la atención provocada por la dispersión de pacientes, ya que se ubican en unidades y edificios diferentes. Por ello, es muy importante que la formación sea impartida a todos los servicios del hospital.

Una de las primeras acciones para plantear las líneas de trabajo ha sido la elaboración de un estudio que mostrara la realidad de este colectivo de pacientes en el hospital. Concretamente, más de 600 personas fueron incluidas en este estudio distribuidas en unidades y edificios diferentes, predominando el grupo de edad a partir de 60 años.

Como resultados más relevantes destaca que los factores de riesgo más prevalentes han sido la caquexia, la incontinencia y el deterioro de la movilidad física, siendo las localizaciones más comunes de las úlceras en el sacro y el talón. Las medidas preventivas más utilizadas por los profesionales han sido la aplicación de ácidos grasos hiperoxigenados, cambios posturales y protección en talones.

La mejor herramienta de trabajo para salvar las dificultades en el abordaje de UPP y heridas es la formación clínica. En este sentido, la comisión ha fijado para este año una batería de acciones que van desde la realización de sesiones formativas acreditadas en las diferentes unidades en materia preventiva y terapéutica, hasta el diseño de un programa docente específico para cada unidad (en función del tipo de heridas que atiendan), el diseño de algoritmos decisorios y checklist de recomendaciones de prevención para las úlceras por presión.

Otro de los objetivos de la comisión es el fomento de la investigación. En esta línea, los profesionales se centrarán en proporcionar evidencia sobre cuidados de salud de calidad y eficientes.

Para ello, se realizará un estudio en úlceras por presión en todas las unidades con el fin de conocer al máximo la realidad del hospital e identificar las unidades de riesgo o con mayor población afectada en un momento determinado. El trabajo medirá cuatro indicadores como son la valoración de riesgo al ingreso, la prevalencia e incidencia de úlceras y la utilización de medidas preventivas.

Al final de año se realizará otra evaluación e informe comparativo de resultados y un resumen de las actuaciones realizadas que será difundido entre los profesionales.