E.M.C. Madrid | viernes, 20 de marzo de 2015 h |

El paciente “emergente” es un nuevo paciente más formado, usuario de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), con más expectativas respecto a la respuesta del sistema sanitario y más exigente. Para dar respuesta a sus necesidades, las TIC pueden marcar un punto de inflexión que determine la diferencia, en términos de mejora, de la productividad, la optimización de los recursos y la eliminación de bolsas de ineficiencia.

Son algunas de las conclusiones principales del informe “Las TIC en la atención al paciente emergente”, elaborado por un equipo de expertos multidisciplinar, que revisa la manera en la que las tecnologías de la información y la comunicación han modificado el modelo asistencial y se han transformado en el eje integrador de usuarios, gestores y profesionales sanitarios.

El informe define esta figura como la de un usuario con un nivel educativo y formativo cada vez mayor, que maneja una cantidad ingente de información que recibe a través de múltiples canales. Según Carlos Arenas, gerente del Área IX Vega Alta del Segura en el Servicio Murciano de Salud y miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa), este tipo de paciente “influirá de forma decisiva en la sostenibilidad del sistema de salud, haciéndolo más eficiente”.

Participación e implicación

Según el documento, las tecnologías pueden ser un importante motor de cambio en la redefinición del modelo de atención de cara a la implicación del paciente, potenciando canales participativos para que el paciente se responsabilice de su estado de salud. En este sentido, destacan los autores, estos canales potencian la información personalizada a pacientes con voz y voto, la participación e implicación del usuario en su historia clínica y el autocuidado y la prevención para el paciente crónico. En la misma línea, introducen mejoras en la toma de decisiones y el autocuidado, así como un mayor empoderamiento del ciudadano.

Otro informe presentado recientemente en el VII Congreso Nacional de atención Sanitaria al Paciente Crónico celebrado en Valladolid pone el acento en la reducción de costes que puede suponer para el sistema sanitario la aplicación de una herramienta de atención personalizada en la cronicidad.

El informe analiza el impacto de este tipo de tecnologías en el abordaje de la diabetes tipo 2 y arroja, entre otras conclusiones, que podría ahorrar hasta un 12 por ciento de los costes para el sistema público y hasta un 34 por ciento del gasto en consultas externas. La reducción del gasto tiene que ver con el mejor control de la enfermedad por parte del propio paciente. No en vano, según este documento, el modelo permitiría aumentar en un 18 por ciento el total de pacientes con un buen control de su patología.

Atención personalizada

El estudio, en cuya presentación participó Rafael Bengoa, director de Deusto Business School Health y ex consejero de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco, analiza distintos programas de salud orientados a pacientes crónicos llevados a cabo en España en diabéticos tipo 2, por su incidencia en el gasto público.

Además, el informe evidencia que las tecnologías de la información y la comunicación serán imprescindibles a la hora de establecer un modelo de atención personalizado, ya que permiten implicar al paciente en su tratamiento mediante diferentes vías: a través de una educación estructurada y mejorando la comunicación con el profesional, lo que redunda también en una mayor adherencia terapéutica.