Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 11 de enero de 2019 h |

No hay más que ver el cada vez más enrevesado mapa de la cooperación transfronteriza europea en materia de precios de los medicamentos para ver que el futuro de la política farmacéutica ya está aquí y que ha venido para quedarse. La experiencia hasta la fecha, corta pero intensa, ha dejado muy claros cuáles son los múltiples beneficios que estas alianzas dejan para la sociedad y para los estados miembro que participan en ellas. Pero para aprovechar todo ese potencial hay desafíos que deben superarse. El mayor escollo, sin el cual esta fórmula no tiene ningún sustento, es la disposición de las compañías farmacéuticas a negociar con varios países a la vez. Las empresas pueden ver en esta nueva vía de acceso simultáneo a varios mercados una ‘amenaza’ a su posición en el estatu quo actual. Pero también ellas pueden beneficiarse de la colaboración transfronteriza en precios. Crear conciencia sobre esas ventajas podría ser la clave para aliviar sus preocupaciones.


Los datos recopilados en el seno de una alianza pueden ser de ayuda para analizar el valor añadido de los fármacos


Los pros y los contras de la colaboración pan-europea han quedado reflejados en el artículo Emerging Collaboration in EU Drug Pricing and Reimbursement: A Beneluxa Case Study, firmado Maude Schmidt y Giovanni Saldutty, analista y consultor, respectivamente, de la consultora ICON, con sede en el Imperial College Innovation Hub, de Londres, en base a la que es una de las colaboraciones más veteranas de Europa: nació a finales de 2014 y a fecha de hoy vincula a Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Austria e Irlanda. BeNeLuxA no es sólo una de las alianzas más activas y determinadas hasta la fecha, sino la que mayor número de logros tangibles (ver gráfico) ha alcanzado en sus cuatro áreas de cooperación: horizon scanning, evaluación de tecnologías sanitarias (HTA, por sus siglas en inglés), intercambio de información y negociación de precios y reembolsos.


Una de las ventajas para las empresas es la reducción de la carga de trabajo y el consiguiente ahorro


Las ventajas de la cooperación

Más allá, esta unión de estados ha dejado reflejados en la literatura los beneficios que la colaboración en el área de farmacia puede tener para la sociedad y para cada uno de los estados participantes. La sociedad se beneficia de varias maneras: por una parte, a través de la garantía de acceso a medicamentos innovadores a un precio justo y asequible y con una reducción en los tiempos de comercialización. Por otro lado, el intercambio de datos entre los miembros supone un refuerzo de los sistemas de información, lo que a su vez tiene consecuencias positivas en términos de la prestación de la asistencia, la salud pública y la medicina personalizada. Los estados, por su parte, combinan su experiencia a la hora de establecer el valor y consiguen informar mejor la toma de decisiones, reforzando la sostenibilidad de los sistemas gracias a las economías de escala.


Al menos nueve iniciativas de cooperación transfronteriza pueden contabilizarse ya en la Unión Europea


Pero, ¿y para las compañías? En el caso de los fabricantes, según el artículo que analiza BeNeLuxA, una de las ventajas más evidentes es la reducción de la carga de trabajo y sus consiguiente ahorro a nivel económico y administrativo, puesto que sólo será necesaria la presentación de un único dossier. Otro efecto obvio es que las compañías se pueden beneficiar de una entrada más rápida de sus productos a los mercados. Pero, más importante aún, la experiencia BeNeLuxA ha redefinido los términos en los que hasta ahora se basan las negociaciones bilaterales entre la empresa y el estado: la primera no tiene que buscar el mayor precio posible, como el segundo no tiene que buscar el menor precio posible. La negociación parte de una filosofía basada exclusivamente en el valor añadido del producto para fijar un precio en el que todos ganen.

No son las únicas ventajas que, según los autores, pueden esperar las compañías. Así, a medio plazo, las empresas también pueden ahorrar en parámetros como mano de obra, puesto que necesitarán sólo un equipo para prepararse para un acceso exitoso al mercado de una alianza, en lugar de necesitar un equipo para cada uno de los estados. Por último, las compañías también pueden beneficiarse, al igual que los pacientes, del intercambio de información. Los datos recopilados en el seno de una alianza de estados pueden ser una herramienta de ayuda incalculable a la hora de analizar en mayor profundidad el valor añadido de los medicamentos, o a la hora de identificar potenciales extensiones de línea.

Las actuales alianzas

El camino que siga BeNeLuxA marcará, en buena medida, el devenir del resto de grupos que han surgido al albur de la decisión de Consejo de Ministros de Salud de la Unión Europea de iniciar el recorrido de la cooperación voluntaria en Farmacia. Al menos nueve iniciativas pueden contabilizarse, según un informe de Global Pricing Innovations.

De todas ellas, la siguiente más importantes es la Declaración de La Valeta, firmada en mayo de 2017 como proyecto de colaboración de 10 países —Croacia, Chipre, Grecia, Irlanda, Italia, Malta, Portugal, Rumania, España y Eslovenia—. A diferencia de BeNeLuxA, la importancia de La Valeta reside hoy en su potencial más que en los logros obtenidos. Es una alianza que, con más de 160 millones de ciudadanos, representa al 32 por ciento de la población total de la Unión Europea y que hasta la fecha ha celebrado seis reuniones para explorar fórmulas para intercambiar información, identificar buenas prácticas y hallar mecanismos para negociar conjuntamente los precios de los medicamentos y adquirirlos. Los autores que han analizado los pros y contras de BeNeLuxA reconocen que, aunque no pueda dar cuenta aún de resultados palpables, la mera idea de que una potencial colaboración pueda llegar a buen puerto podría ser suficiente como para iniciar cambios en el sistema farmacéutico. En este sentido, La Valeta avanza, matizando sus objetivos. Sus miembros acordaron recientemente ampliar el foco de negociación y contemplar también la revaluación de medicamentos.


Las compañías farmacéuticas también se pueden beneficiar de la colaboración transfronteriza en precios


Si de acuerdos concretos se trata, y a menor escala, cabe citar el caso del Partenariado Báltico, una agrupación aún más antigua que BeNeLuxA —data del año 2012— y que después de varios intentos infructuosos de licitación, consiguió que dos de sus miembros —Estonia y Letonia— pudieran comprar conjuntamente la vacuna contra el rotavirus, en el año 2017. Según Global Pricing Innovations, este acuerdo representó para Estonia un ahorro del 25 por ciento en comparación a una compra estándar sin licitación conjunta.

Otras de las iniciativas que se mantienen en el punto de vista de la Comisión Europea —participante indirecta en este proceso con su propuesta de HTA— es la que desde 2015 vincula a Rumanía y Bulgaria o la que, desde julio de 2016, agrupa a estos dos estados con otros ocho. La Declaración de Sofía nació con el objetivo de asegurar el acceso asequible a fármacos para 124 millones de ciudadanos y su primer compromiso se ha manifestado en el intercambio de información una mayor transparencia entre sus socios.

Los países de La Valeta trabajan ya sobre seis productos

La ministra de Sanidad de Rumanía, Sorina Pintea, presidió el 6º encuentro del Comité Técnico de La Valeta, celebrado en Bucarest los días 26 y 27 de noviembre. A pesar de las dificultades que este grupo está encontrando para llevar a la práctica su disposición a cooperar, todos los asistentes, representantes de los diez estados que hasta ahoran han firmado la Declaración —España entre ellos— han reiterado su apoyo.

Esta alianza sigue pendiente de responder a la presión de algunos de sus socios, que quieren ver ya resultados tangibles como el de BeNeLuxA con el fármaco Spinraza, de Biogen. Grecia, el país socio que más está abogando por activar todas las reservas políticas y legales posibles, ha presentado ya su propuesta para construir un ‘caparazón legal’ para La Valeta que haga posible trasladar los posibles acuerdos, y lo mismo, asegura el Ministerio de Sanidad heleno, han hecho otros de los socios.

Mientras este armazón llega, los técnicos avanzan en otros objetivos. Según declaró Paola Testori, directora dle Comité Técnico de La Valeta, en una jornada sobre acceso a medicamentos celebrada recientemente en Lisboa, el grupo ha elegido ya seis productos y comenzado a trabajar en las áreas objeto de cooperación: en primer lugar, evaluación clínica conjunta y evaluación económica, como paso previo a negociar precios.