C.M.LÓPEZ Madrid | viernes, 25 de enero de 2019 h |

Los servicios de urgencias y emergencias se encuentran abarrotados de pacientes, las enfermedades infecciosas siguen en aumento, y la medicina genética va ampliando sus conocimientos. Una realidad asistencial y científica que está obligando a cambiar el modelo actual.

Dentro de este contexto, se encuentra la creación de nuevas especialidades. En este caso, enfermedades infecciosas, urgencias y genética son las que tienen más que decir.

El Ministerio de Sanidad ya ha dado el pistoletazo de salida a su solución normativa para reconocer las nuevas especialidades, a través de un Real Decreto. Una normativa, que está en fase incipiente pero que, como ha podido saber este medio, ya ha dado sus primeros pasos tendiendo la mano a las sociedades científicas para avanzar en este asunto.

Como indica el presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), José Miguel Cisneros, “es positivo que Sanidad cuente con las sociedades”. Es necesario un procedimiento regulatorio para el desarrollo de especialidades, a su juicio, “para intentar desatascar una situación que en algunos casos lleva un retrasado acumulado injustificable”. En este sentido, pide que Sanidad priorice y acelere este decreto, que viene marcado por las necesidades de salud, y las prioridades sanitarias. “Hay abrumadoras evidencias de la Unión Europea que señalan claramente la necesidad de que en España se asegure de manera rápida la formación de especialistas”.

A pesar de esta nueva hoja de ruta, quienes no tendrán tanta paciencia, si el ministerio no prioriza con esta demanda son los urgenciólogos. Tras la Comisión de Recursos Humanos, la Sociedad Española de Urgencias y Emergencias (Semes) lanzó un comunicado pidiendo aclaraciones al Ministerio de Sanidad “por el cambio de criterio”, respecto a la aprobación en España de su especialidad. Como explica el presidente de Semes a GM, Juan Jorge González Armengol, todo apuntaba que tras el cónclave, que contó con la inusual asistencia de nueve consejeros, Sanidad anunciaría la acreditación de las especialidades. Sin embargo, durante la rueda de prensa, María Luisa Carcedo volvió a encomendar este asunto al decreto de especialidades. “Van a desaparecer prestaciones en el sistema sanitario, porque no hay médicos”, advierte Armengol. El presidente de Semes recuerda que la legislación española recoge ampliamente los criterios de creación de nuevas especialidades, en el contexto de la normativa europea. Fuera de esto se entra en la arbitrariedad. “Los profesionales exigen un reconocimiento acorde a lo recogido con la propia legislación. Eso se llama especialidad”.

Asimsimo, reivindican el Sistema MIR como modelo de excelencia de formación de residentes. “Denunciaremos cualquier intento de adulterarlo con iniciativas ya rechazadas por los tribunales, y que responden a intereses ajenos al sistema sanitario”.

Por otra parte, desde la perspectiva más científica se encuentra la medicina genómica. El reconocimiento de la especialidad de genética también sobrevuela el horizonte, sobre todo, teniendo en cuenta el nuevo escenario que se avecina con la medicina de precisión. Una de las recomendaciones del Senado, tras la Ponencia de Estudio sobre Genómica es, precisamente, reconocer nuevos perfiles, y entre ellos, a los genetistas.

Se da la paradoja, de que la especialidad de genética clínica sí que estaba incluida en el Decreto de Troncalidad. Aunque, tras su anulación por parte de la justicia, ha vuelto a caer en saco roto. Teniendo en cuenta, el aumento de las ciencias ómicas, con la planificación, ejecución e interpretación de los ensayos y test genéticos en el ámbito clínico, los expertos que han pasado por el atril de la Cámara Alta han instado y reiterado al Ministerio de Sanidad la aprobación inmediata de esta especialidad.

A pesar de este letargo, y como asegura Cisneros, el Ministerio de Sanidad tendrá que poner en la balanza estos retos, y comenzar a trabajar en sus medidas urgentes.


El Real Decreto de Especialidades contará con la participación y asesoramiento de las sociedades científicas