Silvia Rodríguez Gómez Barcelona | viernes, 03 de noviembre de 2017 h |

Cataluña sigue muy bien posicionada como una de las comunidades donde la investigación y la innovación viven en constante desarrollo, un hecho que, sumado a la creciente internacionalización del sector, hace que se proyecte un futuro reconocido y avalado por los datos. Por ejemplo, según anunció en agosto la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS) la investigación en ciencias de la salud realizadas en los centros de investigación biomédica y en los institutos de investigación sanitaria de Cataluña movió más de 500 millones de euros durante los años 2014 y 2015. Otro dato de impacto que recoge el informe de la AQuAS es que por cada euro que la Generalitat invirtió en los centros e institutos, estos consiguieron captar cuatro de fondos competitivos y no competitivos.

Sin embargo, aún hay muchos retos por resolver, tal como se puso de manifiesto en una jornada de debate que promovió el grupo editor de Gaceta Médica, Wecare-u, con el apoyo de Celgene, y que reunió a diversos expertos en la materia para analizar la situación de la investigación en esta comunidad autónoma. Durante el encuentro, realizado el pasado 23 de octubre en Barcelona, los expertos coincidieron en señalar que el avance y el salto en innovación e investigación de los últimos 20 años ha sido espectacular, pero también reconocieron que existen unas carencias muy evidentes sobre todo a la hora de transferir el conocimiento en valor real para el paciente y la sociedad.

Para Albert Barberà Lluís, director general de Recerca i Innovació en Salut de la Generalitat, se han “hecho cosas muy bien, pero en innovación, Cataluña y en general toda España, no tenemos buena nota en los informes de la Comisión Europea. Este es un reto que tenemos pendiente: como fomentamos la transferencia de tecnología, como trabajamos para que el conocimiento se transforme en valor”. En esta misma dirección apunta María Queralt Gorgas Torner, del Servicio de Farmacia del Hospital Vall d’Hebron, quien reconoce que el reto está en “ver como la investigación casa dentro de la actividad asistencial” para poder incorporarla en la actividad organizativa del hospital o del centro de atención primaria. “A la investigación traslacional, que tiene que unir la investigación básica con la clínica, todavía le falta un paso porque cuesta encontrar espacios donde abordar como esta investigación puede ser aplicada en el día a día de un profesional. Si superamos este reto, la traslación a casos más prácticos va a ser más fácil. Creo que vamos en el buen camino. Hay que integrar las dos partes: la actividad básica y clínica y la actividad investigadora”, añade Gorgas Torner.

Hay una barrera clave que, según apuntan los expertos, hace que la transferencia industrial no se lleve a cabo y por lo tanto no se cierre el círculo de retorno: la financiación. Juan Martín López, director general de la Corporació Sanitaria Parc Taulí de Sabadell, opina que la financiación pública “es la que es” y reconoce que una parte importante de los recursos salen de los overheads que se generan a través de los ensayos clínicos. “Deberíamos plantear si este es el futuro de la investigación. Hacer investigación con fondos obtenidos por vía competitiva es dificultoso si no eres instituto de investigación”. Asimismo, el gerente del Parc Taulí apunta la dificultad de constituir los acuerdos de transferencia entre la institución, la empresa que va a participar y los profesionales que han generado la idea. “Este todavía no es un tema resuelto. Que reciba una retribución económica quien ha generado la idea y por desarrollar una invención y que también lo reciba la institución a la cual pertenece”.

Ramón Mangues, coordinador del grupo de investigación traslacional del área de oncohematología del Hospital de Sant Pau opina que, aunque el nivel en biomedicina es “espectacular”, se falla notablemente en la transferencia industrial. El investigador subraya que para hacer que el sistema sea sostenible hay que “llegar a un círculo virtuoso en el que los hallazgos básicos y orientados a la clínica continúen con una spin-off o una startup” para más tarde llegar a un fase 1 y que las grandes compañías lo lleven al mercado. “Sin eso, estaremos muy lejos de lo que hace Estados Unidos o Israel”, indica.

Por su parte, Juan José Francisco Polledo, Governmental Affairs & Market Access Director de Celgene, señala que en España y Cataluña está “muy bien resuelta” la capacidad de sinergias y de colaboración entre clínicos y básicos, y estima que lo que falta “es el empresario y el emprendedor, gente audaz y que maneje el riesgo”.

Para solucionar este reto, los participantes del encuentro apuntaron en diversas direcciones. Juan Marín López puso de manifiesto la necesidad de que los profesionales que investigan “han de tener claro que su trabajo ha de servir para revertirlo en la sociedad. Y la única manera de hacerlo es a través de la utilización de la industria. Lo dice el Horizonte 2020, que habla de liderazgo industrial abierto a la innovación”. “Debemos incentivar la open innovation: ir a buscar a la industria. Las unidades de transferencia tendrían que aproximar a la industria lo que tienen los básicos para empezar a colaborar”, agrega el investigador Ramón Mangues. La administración también es clave, según apunta su representante, Albert Barberà, y por ello destaca el “papel importante a la hora de bajar el riesgo de las etapas iniciales de la investigación”. En este sentido, estima que las sinergias son indispensables: “Tenemos que ir todos juntos, y hacer un esfuerzo sistémico en identificar bien las oportunidades de negocio y ser capaces de darles valor”.


La administración juega un papel importante para bajar el riesgo en las etapas iniciales de la investigación



Hay que buscar espacios para que la investigación se aplique en el día a día del hospital y de los profesionales


LAS FRASES

Albert Barberà, departament de Salut

Hay que hacer un esfuerzo en identificar bien las oportunidades y darles valor”

Juan Martín López, Corporació Parc Taulí

Hacer investigación con fondos por vía competitiva es difícil”

Mª Queralt Gorgas Torner, Hospital Vall d’Hebron

Hay que integrar la actividad básica y clínica con la investigadora”

Ramón Mangues, Hospital de Sant Pau

Debemos incentivar la open innovation: ir a buscar a la industria”

Juan José Francisco Polledo, Celgene

Lo que falta es el empresario y el emprendedor, gente que maneje el riesgo”