Enrique Campillo Madrid | viernes, 17 de marzo de 2017 h |

La Alianza General de Pacientes y el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid han firmado una declaración conjunta que pretende facilitar el acceso de los pacientes a los medicamentos biológicos iniciales y biosimilares. Su objetivo común es hacer la vida más fácil al paciente, para ello, quieren evitar los obligados desplazamientos, gastos y esperas innecesarias en los hospitales, ya que este tipo de fármacos, a día de hoy, están restringidos a su dispensación en las farmacias hospitalarias.

Sobre este asunto, Antonio Bernal, presidente de la AGP, insiste en que “hay que intentar que aquellos fármacos que realmente puedan ser dispensados en la farmacia se entreguen en la más próxima al domicilio del paciente”. De esta manera se podría ganar mucho en “comodidad” y, con lo que ello significa, en la humanización de la atención al paciente.

Por su parte, Luis González, presidente del COFM, expuso que su objetivo es “que todos aquellos medicamentos que por su composición o por su tratamiento tengan que seguir dispensándose a través de los hospitales, sean dispensados por los farmacéuticos hospitalarios y que, por supuesto, todos los demás medicamentos que no necesiten una monitorización o un especial seguimiento, en la medida de lo posible, se dispensen a través de la red de oficinas de farmacia de la Comunidad de Madrid”.

Velando por el beneficio del paciente, tanto la AGP como los farmacéuticos madrileños coinciden en que es de vital importancia agilizar las relaciones entre las oficinas de farmacia, los médicos del sistema sanitario público y los servicios de Farmacia Hospitalaria, mediante procedimientos de coordinación, y como parte de una estrategia colaborativa con la Consejería de Sanidad de Madrid.

“Este acuerdo no es una declaración de intenciones sino que es un plan ejecutivo que se va a poner en marcha ya a través de la Consejería” subrayaba Bernal. Tanto es así que el presidente del COFM confirmaba que, antes de acabar el mes de marzo, el proyecto estará sobre la mesa del consejero madrileño.

Su intención es crear una Comisión Mixta, formada por un grupo de expertos, integrada por tres representantes de cada una de las instituciones, que determinen qué fármacos pueden ser trasladados a la farmacia comunitaria y cuáles no. Este grupo, que se reunirá al menos, semestralmente, debe pensar en el paciente al diseñar el catálogo de medicamentos que pueden entregarse en una oficina de farmacia o en la farmacia hospitalaria.

Por otro lado, Bernal espera que este plan sea extrapolable a otras autonomías y se convierta en un hecho nacional. De conseguir su objetivo, los pacientes madrileños podrían recoger sus tratamientos en más de 2.800 oficinas de farmacia, frente a los 34 hospitales.