GM | jueves, 15 de marzo de 2018 h |

El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Serafín Romero, ha solicitado a las comunidades autónomas un mayor un compromiso contra las agresiones que sufren los profesionales sanitarios. “Es hora de que las administraciones sanitarias den un paso adelante. No vamos a llegar con la intensidad que queremos si las comunidades no se suben al carro”, expresó Romero durante la presentación de los datos del Observatorio de Agresiones de la OMC.

Las declaraciones se producen un año después de que la OMC firmara un protocolo de actuación para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con el Ministerio de Interior para luchar contra los ataques sufridos por los profesionales sanitarios. Durante el año pasado se produjeron 515 agresiones físicas y verbales. Se trata de la cifra más alta recogida por el Observatorio durante sus 15 años de historia. A pesar del incremento registrado, el secretario general de la OMC, Juan Manuel Garrote, señaló que este número “es solo la punta del iceberg”. Supone un crecimiento del cuatro por ciento con respecto al año anterior y significa que se han producido 3.429 casos de agresiones en los últimos siete años.

De los 515 ataques que se han producido en 2017, un 12 por ciento son de índole físico. Un 32 por ciento son insultos y un 56 por ciento amenazas. “Es importante preservar la integridad física y psíquica del médico. Aunque lo más grave son las lesiones, los insultos y las amenazas son importantes porque generan miedo y angustia”, señaló garrote, antes de explicar que las agresiones físicas habían pasado del 14,5 al 12 por ciento. El coordinador del Observatorio, José Alberto Becerra, insistió en la incidencia de las agresiones “en la calidad asistencial”.

Los esfuerzos de la OMC y la colaboración con el Ministerio del Interior para poner coto a las agresiones incluyen la formación de los profesionales. El interlocutor nacional policial sanitario de la Policía Nacional, Javier Galván, ha anunciado que ya han comenzado la formación a profesionales para prevenir o hacer frente a estas situaciones, con cursos de contención física y comunicación no verbal en los que les enseñan a cómo actuar o cómo deben tener sus consultas para evitar estos casos.