J.V. Madrid | viernes, 18 de enero de 2019 h |

Más de 30.000 hombres son diagnosticados con un cáncer de próstata cada año en nuestro país. Aproximadamente un 15-20 por ciento de estos pacientes se presentan en el momento del diagnóstico ya en un estadio avanzado de la enfermedad, es decir, con presencia de metástasis o resistencia a la castración.

La mediana de edad de estos pacientes ronda entre los 65-70 años y toman una media de seis medicamentos, con el alto riesgo de interacciones que ello conlleva. Además es una población susceptible a cambios cognitivos o factores psicosociales, como la depresión, la tristeza, la preocupación o el nerviosismo, que constituyen una importante barrera en la comprensión, y adherencia a tratamiento. Virginia Callejo amplía estos datos.

Pregunta. ¿Qué porcentaje de adherencia a tratamientos existe, de media, en los pacientes con cáncer de próstata?

Respuesta. La tasa de adherencia a los tratamientos orales en oncología oscila entre el 14 y el 100 por ciento, pero más frecuentemente entre el 50 y el 90 por ciento. En cuanto a los pacientes oncológicos mayores de 65 años, un estudio reciente señala una tasa de adherencia de aproximadamente un 60 por ciento.

P. ¿De qué forma ayuda el farmacéutico de hospital al paciente con cáncer de próstata en la mejora de su adherencia terapéutica?

R. El aumento de pacientes ambulatorios oncológicos viene acompañado de un esfuerzo dentro de la farmacia hospitalaria. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), a través del Mapa Estratégico de Atención Farmacéutica al Paciente Externo (Mapex), en su sección de Mapex oncología, pretende diseñar un modelo de atención farmacéutica individualizado, en función de la complejidad de la patología, del propio paciente y del tratamiento. El objetivo de esta estrategia es poder anticiparnos y, así, ser capaces de ofrecer una atención farmacéutica dimensionada y más eficiente. Este esfuerzo se plasma también en el Plan Estratégico “Líneas Estratégicas y Objetivos 2020”, llevado a cabo por Gedefo, el grupo de desarrollo de la Farmacia Oncológica de la SEFH.

Así, se consideran claves en una consulta de farmacia oncológica elementos como conciliación, revisión y simplificación de pautas, educación del paciente y empoderamiento (con entrevista motivacional, obtención de información no clínica…), plan farmacoterapéutico adaptado a los hábitos del paciente y fomento de la comunicación continua con el paciente.

P. Usted atiende consultas con pacientes, por lo que tiene trato directo con ellos. ¿Qué opinan los pacientes acerca de las cápsulas o comprimidos de gran tamaño? ¿Puede afectar el tamaño de los comprimidos a la adherencia terapéutica?

R. A igualdad de eficacia, los pacientes oncológicos prefieren los tratamientos orales porque proporcionan mejor calidad de vida y menor dependencia del centro hospitalario, entre otras ventajas. Sin embargo, debemos asumir el riesgo de la falta de adherencia terapéutica y es aquí donde los profesionales sanitarios jugamos un papel importante. En este contexto, factores como la simplificación de la pauta posológica y la fácil deglución de los medicamentos pueden facilitar una correcta adherencia. Y también lo contrario, por ejemplo, tener que tomar la medicación en ayunas añade dificultad y, por tanto, aumenta el riesgo de falta de adherencia. La toxicidad es otra causa habitual para que el paciente no tome la medicación. De ahí la importancia de asesorar adecuadamente sobre la incidencia y el tipo de efectos adversos, su prevención y manejo.

P. Astellas acaba de lanzar una nueva formulación de XtandiTM cuyas novedades principales radican en la reducción del tamaño de los comprimidos a la mitad, de dos a un centímetro, y el cambio de cápsulas blandas a comprimidos recubiertos con película. ¿De qué forma cree que puede ayudar esto en la adherencia y calidad de vida de los pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración?

R. Identificar las necesidades insatisfechas que los pacientes manifiestan es fundamental para avanzar en su mejora y este caso es un claro ejemplo de ello. La experiencia del paciente es importante para conseguir una mejor atención; conocer las causas de la no adherencia nos orienta hacia las intervenciones más adecuadas para minimizarla o evitarla.

P. ¿Qué pueden hacer los profesionales sanitarios (oncólogos, urólogos, farmacéuticos de hospital…) para mejorar la adherencia terapéutica de estos pacientes?

R. Los profesionales sanitarios, en general, tendemos a sobrestimar la adherencia de los pacientes, pero todo porcentaje diferente del 100 por ciento debe interpretarse como una oportunidad de mejora en la que debemos centrar nuestros esfuerzos.

Toda intervención dirigida a proveer al paciente de información sobre su tratamiento contribuirá a que mejore su seguridad y comprensión, a potenciar su autonomía, a favorecer su adherencia mejorando los resultados terapéuticos. Solo las estrategias llevadas a cabo por un equipo consiguen realmente cambios en el papel que queremos promover: el paciente como principal responsable del autocuidado de su salud. Además, un paciente empoderado se asocia a un descenso de los costes sanitarios en términos de consultas e ingresos hospitalarios.

Por tanto, el farmacéutico oncológico, como miembro integrado en el equipo, ocupa un lugar estratégico para informar y formar al paciente oncológico y contribuir a la mejora de los resultados en salud.

P. ¿Y las compañías farmacéuticas?

R. Es importante que las compañías farmacéuticas valoren aspectos que pueden repercutir en una optimización de la farmacoterapia, como es la adherencia, y que ofrezcan iniciativas que impulsen la adherencia y el seguimiento de los pacientes.

LAS FRASES

Simplificar la posología y la fácil deglución de los fármacos facilita la adherencia”

Las estrategias llevadas a cabo en equipo consiguen promover cambios en el papel del paciente”