GM Barcelona | viernes, 30 de septiembre de 2016 h |

Expertos del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps-Hospital Clínic) han identificado el primer epi-driver en cáncer de hígado, es decir, una alteración epigenética en un gen concreto, el IGF2, que hace que los tumores crezcan.

En el estudio, publicado en la revista Gastroenterology, han encontrado que esta alteración está presente en un 15 por ciento de los tumores y que un anticuerpo monoclonal la bloquea de forma efectiva y frena la progresión en modelos animales.

Cáncer de hígado

El cáncer de hígado es la segunda causa de muerte por cáncer en todo el mundo y tiene una incidencia de 850.000 nuevos casos cada año. El carcinoma hepatocelular (HCC) es el tipo de cáncer de hígado más frecuente y, aunque se han puesto en marcha programas de vigilancia para pacientes con alto riesgo de desarrollarlo, la mayoría todavía se diagnostican en estadios avanzados. En estos casos las opciones de tratamiento son muy limitadas y sólo un fármaco, sorafenib, ha demostrado su eficacia. Es por ello que existe una gran necesidad de encontrar nuevas dianas moleculares y tratamientos para el HCC.

Josep Maria Llovet, profesor Icrea y jefe del grupo Idibaps de Investigación Traslacional en Oncología Hepática, explica que “hasta ahora no se había encontrado ningún epi-driver en cáncer de hígado. Se trata de un oncogén que no tiene mutaciones genéticas, sino que tiene alteraciones a nivel del epigenoma, es decir, en lo que modifica la expresión de los genes pero sin alterar la cadena de ADN”.

Una nueva diana

En el estudio, los investigadores describen un mecanismo epigenético que es el responsable de la activación de un receptor celular en HCC, la insulin-like growth factor (IGF2), con muestras de 228 pacientes. “En este caso concreto, hemos visto que este epi-driver tiene una metilación (la principal alteración epigenética) inferior a la habitual, que está presente en el 15 por ciento de los pacientes con HCC y que su sobreexpresión es muy elevada, 20 veces superior a la de las células sanas”, añade este experto.

Mayor crecimiento del tumor

El equipo de investigadores también ha demostrado, en modelos animales transgénicos, que el gen hace crecer el tumor significativamente. Por otra parte, se ha visto que un anticuerpo monoclonal dirigido contra este epi-driver reduce la proliferación de las células tumorales y frena la progresión del cáncer. Se trataría, pues, de un potencial tratamiento para los pacientes que presentan la alteración. “En este estudio hemos encontrado un biomarcador capaz de reconocer grupos de pacientes en cáncer de hígado que se puedan beneficiar de un tratamiento concreto. Así, abrimos una nueva vía hacia la medicina de precisión”, concluye Llovet.