Almudena Fernández Madrid | viernes, 03 de febrero de 2017 h |

La presidenta de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria, Dolors Forés, comentó a GM que debería haber un presupuesto fijo para formación continuada gestionada por las sociedades científicas.

Pregunta. ¿Cuál es la situación actual de la AP en Cataluña?

Respuesta. En un contexto tan extraordinariamente difícil para la salud en Europa, en España y en Cataluña creo que hemos mantenido el tipo. Nosotros decimos que el sistema está muy tensionado y se ha mantenido por el esfuerzo y la profesionalidad de los sanitarios, tanto médicos como enfermeras, pero está al límite y si continúa esta falta de inversión, colapsará.

P. ¿Considera que el presupuesto que se le destina es suficiente?

R. El presupuesto nunca es suficiente. Si nosotros queremos un modelo sanitario basado en AP como existe en los países del norte de Europa, que lo intentan preservar, hay que invertir de manera proporcional. Si queremos que la primaria sea más resolutiva y asuma más cosas y solo derive aquellas que se tenga que derivar, necesitaremos más recursos humanos, más personal o más horas y más infraestructuras en lo que se refiere a aparataje. Me preocupa que en un futuro próximo un número muy grande de médicos de AP estamos a punto de jubilarnos. Todas estas personas se tienen que sustituir, si no aumentar, porque el número de profesionales que se calculó fue con una resolución distinta y con una población menos pobre y más joven. Sin embargo, debemos estar todos nosotros orgullosos del SNS del que nos hemos dotado porque estamos todos muy tranquilos al saber que vamos a ser atendidos, a pesar de que tenga sus deficiencias.

P. En cuanto al tiempo por paciente, ¿es el adecuado?

R. La clave está en que el médico de familia debería poder gestionar su propia agenda, no solo a la hora de atender al paciente sino cada cuanto lo quiere ver y el tiempo dentro de un margen razonable que le puede dedicar porque una visita a un médico de familia puede ser desde muy corta a muy larga en función de la persona y del problema por el que acude. Otra dificultad enorme que hemos tenido es que la reforma de AP se hizo con las estructuras con las que se contaba en aquel tiempo y en lugar de dar a cada profesional su propio despacho en el que se hubiera podido gestionar esta flexibilidad de agenda, se establecieron los dos turnos, una solución que para mí debiera haber sido temporal pero que ha durado demasiado y ha sido fatal. Ha condenado a unas compañeras —porque son mayoritariamente mujeres— a trabajar todas o muchas tardes. Esto implica falta de conciliación por parte del profesional y provoca problemas de accesibilidad de determinados cupos. Estamos pensando en que la AP debe ser el eje de nuestro sistema, los profesionales tendrían que poder trabajar un horario razonable que permita la conciliación y a la vez accesibilidad y solo se consigue si se trabaja parte de mañana y parte de tarde. Por ejemplo, un horario europeo que a mí me parece estupendo es de ocho o nueve a cinco y, después, en los mismos centros, de manera rotatoria o como se quisiera, se podrían atender las urgencias que aparezcan.

P. A su juicio, ¿la sobrecarga asistencial está afectando a la atención?

R. Seguimos teniendo muy buenos resultados en salud pero es evidente, y más en una época como esta de gripe, que efectivamente está afectando a la calidad de la atención que reciben los pacientes.

P. ¿Cómo es la formación de los residentes de medicina de familia?

R. Viene marcada por el programa nacional de la especialidad que dicta la Cominsión Nacional. En Cataluña entran cada año más de 200 residentes y yo creo que hay buenos centros de AP y buenos hospitales.

P. Como directora de la Unidad Docente de Costa de Ponent, ¿cómo planifica la formación?

R. En función del programa oficial de la especialidad, de los recursos estructurales de los que dispongo, que son 15 centros de salud, seis hospitales, más de 100 tutores acreditados, altamente formados y muy vocacionales, intentando seguir el programa tanto en la parte teórica como en la práctica y procurando introducir las innovaciones que permite el programa que vienen marcadas por los contactos que tenemos con asociaciones europeas de médicos de familia.

P. ¿Por qué cree que es una de las últimas especialidades en ser elegida?

R. Por un lado, por el poco prestigio social que tiene, ya que vino a sustituir a medicina general, que no era una especialidad, pero en otros países es una especialidad muy respetada. Por otro lado, porque no tenemos verdaderos departamentos de AP en las facultades de medicina españolas, somos el único país europeo que no tiene estos departamentos en los que los médicos de familia conjuntamente con otros profesionales que trabajan en AP conforman un área de conocimiento y, en el mismo, se encargan de la formación de pregrado, de posgrado y de otras muchas cosas, por tanto, ofrecen a los estudiantes jóvenes algo en lo que mirarse. Si además es una labor de enorme complejidad y poca comodidad, es lógico que los jóvenes profesionales opten por otras especialidades, y es una pena porque es una especialidad muy hermosa, para mí es ser médico con mayúsculas.

También creo que tenemos un sistema de selección que escoge a gente muy buena pero olvida a otros que podrían ser igual o mejores médicos. La nota de corte solo observa notas de conocimiento pero deja a un lado las habilidades y las actitudes. Me da mucha pena cuando alguien no alcanza la nota de corte y no puede estudiar lo que sería su vocación por este motivo. Creo que le debe servir a la universidad para uso interno pero no debería ser el único criterio de selección de los estudiantes.

P. En lo que respecta a la formación continuada de los profesionales sanitarios de AP, ¿cómo es la situación actual? ¿Disponen los facultativos de tiempo para ella dentro de su horario laboral?

R. Las sociedades científicas de cada especialidad están realizando una enorme labor, que son las que saben las competencias que ha de tener el médico, no solo el mantenimiento de las establecidas en el programa sino también por donde se han de orientar en un futuro las competencias. Es cierto que se necesita dinero para esto y no siempre las administraciones son sensibles, debería haber presupuestos fijos establecidos pero que sean los profesionales los que orientaran los conocimientos que se deben mantener. Y lo lógico es hacerlo en tiempo de trabajo, hay personas y épocas de los profesionales en que no pueden dedicar su tiempo personal a esto.

LAS FRASES

Somos el único país europeo que no tiene un departamento de AP en las facultades de medicina”

El médico de familia debería poder gestionar su propia agenda dentro de un margen razonable”