ENTREVISTA

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Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 14 de septiembre de 2018 h |

La Estrategia Nacional en Cáncer del Sistema Nacional de Salud (SNS) tomó el relevo al Plan Nacional en 2005. Su actual coordinador, Josep María Borrás, repasa los cambios en las líneas básicas definidas en su última actualización, hace ya ocho años.

Pregunta. Montserrat dejó pendiente la revisión de la Estrategia Nacional de Cáncer, ¿qué dificultad plantea su puesta al día?

Respuesta. La dificultad es volver a mover de nuevo el engranaje para ver cómo actualizarlo, ver cuáles deben ser las prioridades. Se hizo un primer borrador, se han hecho varias reuniones para trabajar en él y estamos pendientes de terminar con todo este proceso.

P. De un tiempo a esta parte, toda la atención se centra en la Estrategia de Medicina de Precisión. ¿Puede ralentizar o fagocitar la actualización de la de cáncer?

R. No, yo veo que son estrategias complementarias. La medicina de precisión va mucho más allá del cáncer, afecta a otras muchas patologías. Me parece que es diferente y complementaria.

Desde este punto de vista no veo mayor dificultad que el hecho mismo de poner en marcha una estrategia de medicina de precisión, que tiene unos requisitos organizativos dentro del sistema sanitario que exigirá cambios.

Incorporar la medicina de precisión no es incorporar una medicina como si no pasara nada.

P. ¿Qué dificultades encuentran para trasladar a la práctica los planteamientos del papel?

R. Cuando estás trabajando con conceptos, con maneras de trabajar y tecnologías y tratamientos que están en la frontera de lo que es el conocimiento, las cosas no están tan establecidas. Muchas veces la percepción que tienen las personas que lo ven desde magnifica la realidad. Tratamos de buscar la manera de entendernos y traducirlo a algo factible.

Por ejemplo, hay mucha información sobre el genoma que no sabemos para qué sirve. Tenemos que construirlo sobre la marcha. Lo más difícil en este mundo de la genómica es conseguir que las expectativas no se desborden, porque la realidad es que nos queda un camino por recorrer largo.

Es importante manejar esta variable. Cuando hablas con los clínicos, que trabajan directamente con este tipo de tecnologías, son los más prudentes. Desde fuera, se ve fácil secuenciar a todo el mundo, pero hay que actuar con prudencia. Si no lo hacemos así transmitimos al paciente una gran cantidad de información que nadie sabe lo que quiere decir. Es un problema bastante grave.

En cáncer es importante focalizarlo en las mutaciones que conocemos su repercusión clínica y que pueden tener un cambio importante.

P. La prevención, una de las líneas estratégicas, tiene grandes retos pendientes…

R. Sí. El primero de ellos es el tabaco, que es la primera causa de de cáncer y la primera causa evitable.. En los últimos 15 años hemos dado un salto importante, sobre todo a nivel legislativo, la ley razonablemente se cumple y está ayudando mucho. La incidencia de cáncer de pulmón está bajando, no ocurre lo mismo con las mujeres.

Otro aspecto importante es que tenemos un país con un sobrepeso y obesidad infantil muy importante. El ejercicio físico y recuperar la dieta mediterránea, que contempla no solo comer verduras y frutas, sino hacerlo con moderación, y practicar mucho ejercicio, sería fundamental.

P. ¿Se ha avanzado en cribados?

R. En España se ha hecho una consolidación muy importante en los programas de cribado de mama, aunque con diferencias entre los territorios. En muchas de ellas también se hace cribado en cáncer de colon. En cáncer de cuello de útero se ha implantado la vacuna del VPH, lo que supone un paso importante.


“Debemos analizarlo bien y veremos que los controles de supervivientes en algún cáncer se pueden hacer en AP”


P. La atención a niños y adolescentes se ha transformado…

R. Es un tema muy importante. La oncología pediátrica en la sanidad debe manejar un número suficiente de casos y reunir una experiencia. Se ha de tratar en determinados centros, eso está claro. Hay zonas de España en las que esto ya pasa, por ejemplo en Aragón, que se concentran los casos en un solo hospital, y otras en las que la atención es más dispersa. Pero es un proceso que se tendrá que ir completando, creando redes de manera que los procedimientos más complejos se traten en determinados centros. Aunque queda trecho por recorrer.

Aún así, sigue siendo necesario concentrar un poco las unidades de oncología pediátrica. Eso implica también dar cobertura a las necesidades de desplazamiento de familiares, etc.

P. ¿Calidad o cantidad de vida, qué se prima ahora?

P. Ha sido una de las cosas que más han cambiado, y no solo en los últimos 15 años. Antes parecía que era suficiente con que un enfermo de cáncer estuviera vivo. Ahora, por ejemplo, el tema de las segundas neoplasias ha surgido como algo importante, al extender la supervivencia de forma muy notable.

También ha ayudado en este cambio de concepto que las técnicas terapéuticas están basadas en tratamientos más conservadores, buscando el menor daño orgánico.

Todo ello implica abrir el abanico de preocupaciones sobre las circunstancias psicosociales. Cuando hay largos supervivientes, todos sabemos que el riesgo de recaídas existe y eso supone contemplar toda una serie de situaciones, como por ejemplo la realización de revisiones posteriores. Debemos analizarlo bien y ver que los controles de determinados tipos de cáncer se pueden realizar en atención primaria, buscando la adaptación a las necesidades del paciente y garantizando al profesional línea directa con los especialistas ante cualquier duda.


“En materia de prevención, tabaco y sobrepeso siguen siendo los retos principales pendientes”


P. ¿Cree que se ha logrado potenciar la investigación, como se proponía hace unos años?

Ha habido un cambio radical a todos los niveles, en cuanto a número de publicaciones, impacto, etc., el cambio ha sido considerable, y no solo la investigación de laboratorio, sino también la clínica, con los grupos cooperativos, la colaboración con la industria farmacéutica. Se ha avanzado muchísimo y está vinculado a la mejora de la calidad terapéutica.

P. Desde el punto de vista organizativo, ¿cuál ha sido la principal mejora que se ha experimentado en el campo de la oncología?

La aparición de la figura de la enfermera gestora de casos, unida a la atención multidisciplinar al paciente, ha sido lo más importante en los últimos años.