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J.V. Madrid | viernes, 15 de diciembre de 2017 h |


“El MM es todavía incurable y por ello es necesario contar con alternativas terapéuticas”


Pregunta. Cuál es la visión de Takeda en el área de Oncología?

Respuesta. No hay dos pacientes con cáncer iguales. El ayudar en esas necesidades únicas de cada persona con cáncer ha constituido desde siempre la razón de nuestro compromiso y la fortaleza y valentía de estos individuos nos inspiran y motivan cada dia

Por ello nuestra misión permanence constante: aspiramos a traer nuevas terapias a los pacientes con cáncer de todo el mundo a través de nuestro compromiso con la ciencia, la innovación revolucionaria y la pasión por mejorar la vida de los pacientes.

Y así trabajamos cada día para cumplir con nuestras aspiraciones, reuniendo el poder de las mentes privilegiadas de la ciencia a lo largo y ancho del mundo con los recursos potentes de una compañía farmacéutica global, para encontrar formas innovadoras de tratar el cáncer. Desde la búsqueda de dianas terapéuticas, identificación de moléculas candidatas al desarrollo y ejecución de ensayos clínicos. Pero hecho como un verdadero equipo global que va desde Japón a Boston y California, con la colaboración clave, desde etapas muy iniciales, de médicos expertos y los mejores científicos allá donde estén.

Mientras haya necesidades médicas por cubrir en Oncología, desde Takeda seguiremos investigando, desarrollando y facilitando el acceso a medicamentos innovadores a los pacientes y a los profesionales sanitarios que manejan su enfermedad. Así ya son una realidad terapias que han supuesto un cambio en el paradigma del tratamiento de varios tipos de linfomas, como Adcetris (anticuerpo conjugado antiCD30), o Mepact (inmunoterapia para el tratamiento del osteosarcoma).

P. ¿Cuáles son los tipos de cáncer para los que la compañía está desarrollando nuevas terapias oncológicas?

R. Nuestro foco es la búsqueda de nuevas dianas que ofrezcan la oportunidad de crear aproximaciones rompedoras que aborden las necesidades médicas no cubiertas. Hemos desarrollado moléculas en áreas como el sistema ubiquitina proteasoma, autofagia y otras áreas emergentes en el control de la calidad de las proteinas. La mejora de nuestro conocimiento de la tecnología de los anticuerpos, en colaboración con otras compañías y centros académicos, están permitiéndonos introducir nuevas aproximaciones en la terapia biológica. El conocimiento que también estamos alcanzando en enzimología o modelos tumorales humanos primarios in vivo, están permitiendo a nuestros científicos conseguir importantes avances en estos campos, que resultan de enorme ayuda en la búsqueda de nuevos enfoques. Con ello ya podemos abordar (y se sigue trabajando a distintos niveles), distintas variantes de los tres principales grupos de enfermedades hematológicas malignas: Mieloma múltiple, linfomas y leucemias. Los tumores sólidos son otra de las áreas en las que la compañía quiere contribuir a mejorar los resultados. La reciente compra de Ariad y algunos de los productos de su pipeline, permitirán mejorar las perspectivas en algunos tipos de cáncer de pulmón, y cánceres ginecológicos.

P. Uno de los principales medicamentos de Takeda en esta área es Brentuximab vedotina (BV). Recientemente ha obtenido resultados positivos como tratamiento de primera línea en linfoma de Hodgkin avanzado ¿Cómo valora el desarrollo de este medicamento y qué supone para la compañía?

R. Estamos muy satisfechos con la nueva evidencia científica mostrada por BV. A las evidencias ya disponibles en pacientes con Linfoma de Hodgkin refractarios o en recaida, o el linfoma anaplásico de células grandes refractario o en recaida, se unen, los resultados del ensayo ECHELON-1. Estos nuevos datos hacen pensar que se podría llegar a modificar la estrategia de tratamiento estándar del linfoma de Hodgkin avanzado en primera línea. En concreto, los nuevos datos publicados demuestran que el tratamiento de BV en combinación con quimioterapia mostró una mejoría estadísticamente significativa de la SLP modificada en comparación con el grupo de control, según la evaluación de un comité de revisión independiente y con un perfil de toxicidad manejable

P. Por otra parte, Takeda está impulsando el desarrollo de ixazomib como primera terapia oral en combinación de triplete para el tratamiento del mieloma múltiple en recaída/refractariedad. ¿Qué puede aportar a los profesionales sanitarios y a los pacientes?

R. El tratamiento del mieloma múltiple ha sufrido una tremenda transformación en los últimos años. El desarrollo de nuevas opciones terapéuticas ha permitido aumentar la supervivencia global de los pacientes que padecen esta enfermedad. Sin embargo el MM es todavía incurable y por ello es necesario contar con alternativas terapéuticas que permitan individualizar el tratamiento de cada paciente. Controlar la enfermedad a través de una buena eficacia, pero teniendo en cuenta también que cada paciente tiene un contexto clínico y social que son únicos, es clave en el manejo de la enfermedad. Si no tenemos en cuenta esa individualidad a la hora de tratar, se perderá parte de esa eficacia por falta de adherencia, por acontecimientos adversos, dificultades para conciliar la vida laboral o familiar con las administraciones de la terapia, etc. Precisamente, la formulación oral es un elemento clave en ixazomib, ya que permitirá ese buen control de la enfermedad en base a los datos de eficacia demostrados en el ensayo Fase 3 Tourmaline MM1, en régimen de triplete junto con lenalidomida y dexametasona y tratamiento continuo hasta progresión, con un abordaje un poco más cercano a la normalización de la vida de estos pacientes.

Ixazomib cuenta además con un robustísimo programa de desarrollo clínico (programa TOURMALINE) que cuenta con estudios en fase 3 en mieloma múltiple en mantenimiento, primera línea y recaída, y en amiloidosis.

P. En su opinión, ¿cuál es el futuro de las terapias en el campo de la oncología?

R. Actualmente, el cáncer ya no se concibe como una única enfermedad. Como hemos mencionado antes, cada tipo de tumor en cada paciente tienen unas características específicas, relacionadas en muchas ocasiones con muchas y muy diversas mutaciones en el código genético del individuo. Con los avances en secuenciación genómica, estamos asistiendo al desarrollo de nuevas tecnologías que ofrecen potencial curativo. Ya podemos empezar a soñar con cronificar y porque no, curar el cáncer. La inmunoterapia, en sus distintas variantes y la terapia génica empiezan a ser el presente y serán desde luego el futuro del tratamiento contra el cáncer. Un ejemplo dentro de las líneas de investigación en estos ámbitos innovadores, es el desarrollo de terapias basadas en células CAR-T (Chimeric Antigen Receptor T). Estas terapias permiten la producción de diversas moléculas que se espera alteren el microambiente de los tejidos en los que crecen los tumores sólidos, mejorando así los efectos de la terapia de base. Takeda firmó recientemente un acuerdo con Noile-Immune Biotech que permitirá acelerar la investigación y el desarrollo de terapias basadas en células CAR-T.

P. ¿Cuáles son los valores diferenciadores de Takeda?

R. Takeda es una compañía de alta especialización basada en una I+D innovadora que mira al futuro con el bagaje de sus más de 236 años de historia. Pero además de por nuestra principal actividad como laboratorio farmacéutico (lo que hacemos), queremos diferenciarnos por cómo lo hacemos. En este sentido, los valores del Takeda-ismo han marcado siempre y continúan haciéndolo, la forma de actuar en cualquier situación, de todos los empleados de la compañía desde su fundación: la honestidad, integridad, equidad y perseverancia son parte integral de ese Takeda-ismo. En concreto, nuestra visión nos hace pensar que si todo lo que se hace tiene como objetivo buscar y entender lo mejor para los pacientes, esto nos permitirá generar confianza en la sociedad, reforzar nuestra reputación y desarrollar nuestro crecimiento para seguir innovando.