Carmen M. López

Madrid

| viernes, 15 de diciembre de 2017 h |

En los últimos tiempos, hablar de oncología es pensar en los tratamientos y en asistencia in-tegrada, pero… ¿hasta qué punto estos equipos multidisciplinares están integrados en la práctica clínica?

A lo largo de todo este especial se remarca la importancia del trabajo en red para seguir avanzando en investigación. Jesús García-Foncillas tiene experiencia en este campo.

Con el pretexto de que “no hay dos pacientes iguales”. Los avances actuales y el trabajo que hacen los institutos de investigación se basan en la aplicación de los resultados obtenidos en ensayos clínicos. Con la llegada de los nuevos terapias biológicas dirigidas se ha producido un cambio relevante tanto a nivel de desarrollo como de identificación de posibles pacientes.

En la actualidad, el oncólogo se enfrenta a una situación en la que necesita conocer el estado del biomarcador antes de poder administrar un fármaco, así como incorporar en la práctica clínica una determinación genética hasta ahora no contemplada.

Uno de los pilares que como explica Foncillas apuntalan al Oncohealth Institute del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz-Grupo Quirónsalud es la unidad de ensayos clínicos integrados (trabajo en equipo con RT y con cirugía) con un mínimo de tres data manager y dos enfermeras de investigación. En este sentido, cuentan con la Unidad de Fase 1, así como la división de investigación traslacional con implicación clínica.

La Unidad de Fase 1 ya ha tratado a más de 300 pacientes desde su apertura a finales del año 2013. Se trata de la primera de este tipo abierta en el sistema sanitario público, y un área de referencia en la Comunidad de Madrid. A juicio de Foncillas, el éxito de la unidad radica en ofrecer tratamientos novedosos con medicamentos que no estarán comercializados hasta dentro de 5-10 años.

Otra de las líneas de trabajo de la unidad son los estudios moleculares del tumor de cada paciente mediante la secuenciación masiva. Muchos de los nuevos tratamientos frente al cáncer están dirigidos a alteraciones moleculares concretas de la propia célula tumoral. De este modo, se realiza una terapia mucho más dirigida y personalizada para cada cáncer.


La necesidad de implementar unidades en fases precoces se hace urgente en el sistema sanitario