Esther Martín del Campo Madrid | viernes, 27 de enero de 2017 h |

El Grupo Génesis de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria ha presentado en el Ministerio de Sanidad su ‘Guía práctica de evaluación económica e impacto presupuestario en los informes de evaluación de medicamentos’. Un trabajo que, tal y como explican a este periódico sus autores, Ana Ortega, la investigadora principal, Mª Dolores Fraga, Eduardo López-Briz y Francesc Puigventós, ha tenido una excelente acogida entre los profesionales desde su lanzamiento a finales de 2016.

“Tras la última revisión del programa MADRE se observó que había un margen de mejora en el área de evaluación económica de los informes de evaluación, por lo que se realizó un estudio de las evaluaciones económicas en los informes colaborativos”, según exponen. A partir de ahí, comprobaron que era necesario ampliar algunos puntos clave y establecer criterios para aspectos específicos. Situaciones como la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre o evidencia pobre, como, por ejemplo, ampliando los procedimientos para interpretar y realizar los análisis de subgrupos, para la extracción de resultados en los ensayos de supervivencia, para la selección de umbrales de coste-efectividad, etc.

Además, insisten en que era necesario reforzar la evaluación económica, porque orienta a la ayuda en la toma de decisiones por los gestores sanitarios y, hasta el momento, los Informes de Posicionamiento Terapéutico carecen de evaluación económica explícita.

La guía se basa en este programa, una herramienta diseñada para la realización de estos informes de manera ordenada y sistemática. Sus autores destacan que estandariza el proceso de evaluación, selección y posicionamiento de los medicamentos. “Sabemos que es un referente, que se aplica en muchos de los hospitales y comisiones de evaluación de servicios de salud y comunidades autónomas”, aseguran.

No en vano, desde la publicación del programa se han realizado más de 1.300 informes y ha adquirido cada vez un mayor impacto por su rigor y concreción de las condiciones de posicionamiento de los medicamentos y como complemento de los IPT, especialmente en la evaluación económica.

La nueva edición de la guía ofrece un nuevo modelo estructurado de informe, una herramienta Excel de apoyo y fuentes seleccionadas de información económica, que están disponibles a través del apartado del Grupo Génesis en la web de la SEFH.

Por otra parte, indican que se ha seguido una metodología “muy robusta, combinando la evidencia publicada con la opinión de expertos” y que se han incorporado todos los puntos clave considerados de interés por numerosos agentes que participan en estos procesos y con distintas perspectivas.

También destacan que la publicación incorpora tres aspectos esenciales en la evaluación económica de los medicamentos: “los análisis de coste-efectividad, el impacto presupuestario y la estimación de los beneficios poblacionales en salud, necesarios para definir el posicionamiento terapéutico”.

Otra novedad importante es que se propone “tomar como referencia un umbral de coste efectividad incremental por AVAC, derivado de los estudios realizados en nuestro país basado en la oferta y datos empíricos que relacionan el gasto sanitario y las mejoras en salud”.

Asimismo, sus autores remarcan que incorpora métodos para estimar cual es el precio de adquisición del medicamento para que la relación coste efectividad incremental no supere dicho umbral.

A modo de resumen, concluyen que “es la primera guía que recoge de manera práctica, sencilla y concreta los principales aspectos a considerar en la evaluación económica, con ayudas, ejemplos, calculadoras y recomendaciones, integrado en el modelo general de evaluación, útil para la toma de decisiones (a nivel micro inmediatas) y estandarizada.

Los miembros de este grupo de trabajo coinciden en que esta actualización “supone un paso más hacia la estandarización en el proceso de evaluación, selección y posicionamiento de los medicamentos y hacia la equidad en el acceso a las novedades terapéuticas, que realmente aportan valor, sin que esto suponga una amenaza a la sostenibilidad del sistema sanitario”.

En su opinión, considera que no resulta solo de utilidad en las Comisiones de Farmacia y Terapéutica, sino para cualquier ámbito en el que se tomen este tipo de decisiones. En este sentido, califican como “esencial la colaboración con los distintos agentes implicados en la evaluación de medicamentos” y aseguran que están dispuestos a abrir “una vía de cooperación con otros profesionales, sociedades científicas, etc.”.