Sandra Pulido Madrid | viernes, 16 de noviembre de 2018 h |

Hace unos meses salía a la luz que cinco personas infectadas por VIH presentaban actualmente un reservorio intedectable del virus tras recibir un trasplante de células madres para superar un cáncer hematológico. El estudio se basó en el famoso caso de ‘El Paciente de Berlín’: Timothy Brown, considerada la primera persona en ser curada de VIH.

En el año 1995 este estadounidense afincando en Alemania fue diagnosticado con el virus de la inmunideficiencia humana. Gracias al tratamiento antirretroviral (TAR) llevó una vida completamente normal hasta que en 2006 tuvo que volver a pasar por consultar. Llevaba varias semanas sintiéndose cansado, perdiendo peso y con fiebre. El hematólogo alemán Gero Hütter fue el encargado de comunicarle que sus análisis clínicos indicaban que padecía leucemia mieloidea aguda (LMA).

Tras recibir un tratamiento con quimioterapia que logró remitir la enfermedad, la leucemia reapareció y Hütter tomó la decisión de hacer un trasplante de células madres. El banco de donantes de células madres de la Cruz Roja Alemana detectó 267 coincidencias.

Esto le dio al hematólogo la idea de buscar un donante que tuviera la mutación CCR5 Delta 32 en las células CD4, que hace que las células sanguíneas sean inmunes al VIH al evitar la entrada del virus en ellas.

Aunque superó con éxito el trasplante, 13 meses después la leucemia volvió a reaparecer y tuvo que someterse a una segunda intervención con las células madre seleccionadas.

Brown dejó de tomar la medicación antirretroviral en 2008 y hoy, 11 años después, el virus sigue sin aparecer en su sangre. Tal y como contó él en un artículo que publicó en 2015 con el título ‘I Am the Berlin Patient: A Personal Reflection’.

Aunque su caso se hizo publico en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas (CROI por sus siglas en inglés) en 2008, la historia no fue muy mediática en los medios de comunicación ya que de hecho, varios científicos se mostraban escépticos ante los resultados y aseguraban que podía quedar alguna reserva con VIH en el organismo del sujeto.

No sería hasta diciembre de 2010 cuando la noticia del paciente con VIH que presentaba una posible curación se difundió en varios medios especializados. “Pasé de ser ‘El Paciente de Berlín’ a usar mi nombre real, Timothy Ray Brown”, declaró en su comunicado.

Ese año, la revista médica Blood, de la Sociedad Americana de Hematología, constató que Timothy Brown no tomaba fármacos antirretrovirales desde hacía tres años y medio y que su organismo presentaba recuentos de células CD4 normales.

Mutación CCR5

Timothy Brown es considera la única persona en el mundo curada del VIH. Desde entonces, los científicos investigan posibles mecanismos de erradicación de virus asociados con el trasplante de células madre.

En el caso del estudio llevado a cabo por el Hospital Gregorio Marañón y el Instituto de investigación del Sida IrisCaixa, los trasplantes fueron distintos al de Brown al no tener la mutación CCR5 “ya que solo está en el uno por ciento de los posibles donantes de médula”, explicó a GM José Luis Díez Martín, jefe del servicio de Hematología del Hospital Gregorio Marañón.

Además en estos pacientes aún no se ha retirado la medicación antirretroviral.

Fundación Timothy Ray Brown

En julio de 2012, durante la Conferencia Mundial del SIDA en Washington DC, Brown anunció la formación de la Fundación la Fundación Timothy Ray Brown en el Instituto Mundial del SIDA, dedicada a luchar contra el SIDA/VIH. En el trabajan científicos, universidades y diferentes instituciones dedicadas exclusivamente a encontrar una cura contra la enfermedad. Brown afirmó en su día que él era “la prueba viviente de que podría haber una cura para el VIH” y que no pararía “hasta que el VIH se cure”. Siempre ha dicho en sus conferencias que era “un sentimiento increíble, como un milagro. Tenía dos enfermedades letales y pude deshacerme de ambas”.