Juan Pablo Ramírez Madrid | viernes, 10 de marzo de 2017 h |

Lleva una vida de blanco. Como jugador de baloncesto vistió la camiseta del Real Madrid y ahora ejerce como especialista en medicina deportiva en Vithas Internacional. Juan Antonio Corbalán no vive del pasado y ha decidido disfrutar del presente. No siente nostalgia, a pesar de los éxitos de su Madrid, que recientemente conquistaba su cuarta Copa del Rey consecutiva.

Pregunta. Llevas una vida dando asistencias. Antes en baloncesto, ahora sanitaria. ¿Cuál te satisface más?

Respuesta. Yo soy del momento que me toca vivir. La vida hay que saber aprovecharla. Es verdad que la etapa deportiva fue muy bonita y a mí me marcó enormemente. Sin embargo, asumo mis limitaciones y mis años y me encuentro bien en el pellejo en que estoy ahora.

P. ¿Qué éxito es mayor una medalla olímpica o un título de Medicina?

R. Es mucho mayor una medalla olímpica. Es mi mayor logro sociodeportivo, pero hay cosas que te pueden causar el mismo placer.

P. Has ejercido tus dos grandes pasiones, el baloncesto y la medicina, ¿qué sueño le queda por cumplir?

R. Me queda por cumplir mañana. Como dice Simeone, hay que ir “partido a partido”, que parece que lo ha inventado él, pero ya se inventó hace mucho tiempo. Hay que jugar cada minuto. No pienso en lo que me queda por hacer, sino en lo que puedo hacer y en lo que me apetece hacer.

P. ¿Cómo influyó tu carrera de deportista en la de médico?

R. He aprendido en el deporte todo lo que soy. Empecé a jugar al baloncesto a los 9 o 10 años y he vivido toda la vida en equipo. Me ha marcado. Soy muy afortunado de jugar en el club que estuve, internacional con mi país y los compañeros que he tenido que han sido una escuela permanente.

P. ¿Ha cambiado esto? ¿Antes estudiaban más los jugadores?

R. Estudiábamos más antes porque el profesionalismo era menor. Ganábamos dinero para permitirte ciertos lujos que a los 18 o 20 años nadie se podía permitir pero sabías que aquello no te daba para solucionar una vida. Todos lo entendíamos como algo pasajero. Otros no estudiaban porque no habían estudiado antes y los estudios no los puedes hacer cuando quieras.

P. Dicen que la medicina deportiva siempre va un paso por delante para lo bueno y para lo malo, ¿es así?

R. La medicina deportiva no es más que medicina. La gente piensa que en la medicina deportiva hay un nicho de conocimiento que está solo al alcance de los deportistas profesionales. Sí es verdad que determinadas pautas de excelencia que no son necesarias para la vida normal sí pueden estar ubicadas dentro de lo que llamamos medicina deportiva para lo bueno y para lo malo. Para buscar la excelencia con los límites permitidos o para pasar esos límites con el dopaje.

P. Tras todos estos años, ¿qué no pasas por el aro?

R. Lo que no me gusta es la gente que engaña sistemáticamente, la corrupción, la maldad programada… Es lo que no paso por el aro.

P. En este sistema que es el nacional de salud, ¿cómo se complementan la sanidad pública y privada?

R. Me gustaría que se complementaran aún mejor. Hay cosas que igualan las sociedades. Si yo tuviera poder y capacidad de decisión, todo el mundo tendría las mismas oportunidades en educación y en sanidad. La educación pública y la sanidad pública deberían estar regidos por criterios de máximos y desafortunadamente no es así. Cada vez se le quitan más recursos ambas y eso va en detrimento de la igualdad social.

P. ¿Sientes nostalgia cuando ves los éxitos del Real Madrid en baloncesto?

R. Nostalgia no. Los rábanos hay que comprarlos cuando pasan a venderlos. Me alegro mucho de que estos chicos tengan este momento tan bueno. Son cinco años de un nivel muy alto, recuperando un histórico del Madrid que allá donde iba, no quiero decir que ganara siempre el torneo, pero era favorito. Eso se ha recuperado con Laso.

PÍLDORAS

Un color: el azul.

Un libro: ‘El nombre de la rosa’.

Un jugador de baloncesto: Sergio Llull.

Una ciudad: Me gusta el sur tanto de España como de Italia y de Francia.