| viernes, 25 de junio de 2010 h |

MÓNICA RASPAL

Madrid

Continuidad con la labor desarrollada por su predecesor es la seña de identidad del nuevo presidente de los médicos de Baleares, que este lunes, 28 de junio, tomará posesión de su cargo de forma oficial. Y es que el actual jefe del Servicio de Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Comarcal de Inca no es, ni mucho menos, un recién llegado al Colegio de Médicos de Baleares, institución a la que pertenece desde 1992 y en la que ha ostentado la titularidad de varias vocalías y la Vicepresidencia primera en los dos últimos años con la Junta de Joan Gual.

Con este bagaje, Antoni Bennàsar enfrenta su nueva etapa como presidente colegial con el objetivo primordial de abrir espacios de diálogo con todos los agentes, tras unas reñidas elecciones —sólo 37 votos le dieron la victoria— que tampoco han estado exentas de polémica, pues el otro candidato, Fernando García Romanos, ha presentado una querella contra la Junta Electoral pidiendo la impugnación del voto por correo y la anulación del proceso.

Pregunta. ¿Qué valoración hace del ajustado resultado de la votación y de la alta participación?

Respuesta. Lo cierto es que no esperábamos que el doctor García Romanos consiguiera tantos votos y que estuviera tan reñida la victoria. En cuanto a la participación, siempre ha sido alta en Baleares, donde suelen votar entre un 25 y un 28 por ciento de los colegiados, pero en esta ocasión ha aumentado el voto presencial, que ha superado al voto por correo. Esto demuestra que el colegio está vivo y que estas instituciones tienen su razón de ser, aunque el hecho de que haya alternativas también ha podido animar a más profesionales a votar.

P. Tras dos años como vicepresidente del colegio, ¿cuáles son sus prioridades en esta nueva etapa?

R. Lo fundamental es seguir con todo lo positivo que ha hecho hasta ahora el doctor Gual, especialmente en formación continuada y en el acercamiento a la sociedad a través del Foro de los Pacientes. También estamos a favor de que Mallorca cuente con una facultad de Medicina y de iniciar un acercamiento a las sociedades científicas. Éste es uno de los puntos clave de nuestro programa por el papel tan importante que tienen a la hora de promover la formación continuada. Queremos darle una cobertura que muchas veces no tienen a nivel autonómico, en forma de secretaría o de aulas en las que se impartan técnicas fundamentales de última generación que les puede ser muy útiles.

Ese mismo acercamiento también queremos que se produzca con los agentes sociales, la consejería y la sanidad privada, con la que vamos a potenciar las líneas de trabajo como catalizadores de los intereses de los médicos que trabajan en ésta para pactar mejoras tanto económicas como de calidad. Además, en este momento de crisis, intentaremos revisar a la baja las cuotas colegiales, aunque las de los residentes ya se van a reducir un 50 por ciento sobre la cuota real.

P. ¿En qué punto están las relaciones con el sindicato médico Simebal —adscrito a CESM— tras las sospechas vertidas sobre una supuesta falta de neutralidad en los comicios?

R. Tras el periodo preelectoral, en el que he tenido mis dudas sobre el apoyo e influencia que el sindicato han mostrado hacia la candidatura del doctor Romanos (hay tres o cuatro pruebas que llaman la atención como una recomendación enviada desde la junta de Menorca y varios correos desde el sindicato a su favor), ahora quiero partir de cero y una de las primeros encuentros que tendré será con ellos.

De hecho, el mismo día que la Junta Electoral zanjó la polémica sobre quién había ganado las elecciones, me mandaron una carta felicitándome e instándome a una reunión que yo ya he aceptado para debatir lo importante, que son los problemas de nuestra profesión.

P. ¿Qué opinión tiene sobre el trabajo desarrollado por la Consejería de Salud?

R. El consejero (Vicenç) Thomas ha tenido sus claroscuros en la consejería como en el tema del futuro Hospital de Son Espases —el nuevo Son Dureta— cuyo proyecto inició su antecesora y al que se opuso en un principio pero que al final apoyó. También hemos estado en contra de la aplicación del catalán como requisito para trabajar en el sistema público, en lugar de como mérito. En relación a otros temas somos conscientes de que la situación económica no ayuda nada y la consejería lo está intentando hacer bien.

P. ¿Tiene alguna base la impugnación de los comicios interpuesta por su adversario?

R. Creo que ha cometido un error muy grave al poner en tela de juicio la labor y la imparcialidad de la Junta Electoral que ha trabajo sin remuneración económica de forma seria y legal. Ha actuado de una forma muy dura y sin ninguna base. De hecho, incluso algunos miembros de su candidatura están en contra de esta reacción y el sindicato médico también ha aceptado el resultado electoral. Es una pataleta del que ha perdido, aunque sea por muy poco. En lugar de abrirse hacia nuestra junta y ofrecer su colaboración se ha metido en una historia de la que ahora debe salir lo mejor que pueda.