Por primera vez en su historia, el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha ganado el premio BiC en la categoría de Esquizofrenia. “Para nosotros ganar este premio es muy importante porque, desde el año 2017, hemos sido finalistas de los premios BiC. Conseguirlo nos da mucho impulso. Valdecilla es un gran hospital, que compite con hospitales de gran nivel de toda España, y lo que quiere Psiquiatría es estar a la altura de los grandes servicios que tenemos “, ha explicado Jesús Ángel Artal, jefe de Servicio de la unidad.
La clave del éxito de la unidad, ha explicado Artal, es la combinación que existe entre asistencia generalista y los programas.
“Nuestro servicio, desde antes de que yo empezase como jefe en 2013, apostó por algo muy importante que es que, junto con la asistencia generalista, la que hacemos en las consultas y las unidades de salud mental, damos mucha importancia a los programas para patologías relevantes. Bien relevantes por su gravedad o por su impacto social, me estoy refiriendo a los problemas de suicidio, a la depresión difícil de tratar, al alcoholismo o a los trastornos de personalidad”, ha enumerado.
Pero apostar por programas, conlleva tener que hacer algunos equilibrios que no siempre son fáciles porque hay que repartir tareas entre atención más general y aquellos que se especializan, explica Artal. “Para estimularles, siempre ofrezco a todos la posibilidad de integrarse algún día a la semana en alguno de estos proyectos punteros”.
El programa más puntero de la unidad y que es referencia nacional, es el de primeros episodios de psicosis. Otro programa muy puntero es el de trastornos de la conducta alimentaria y ya empieza a tener reconocimiento el programa de prevención de las conductas suicidas y el de depresiones difíciles de tratar. “Estas son nuestras señas de identidad”, comenta Artal.
Listas de espera y falta de profesionales
El especialista también ha querido constatar que la pandemia “sigue afectando a la salud mental de la gente que llega a consulta”. “Sabíamos que esto le iba a pasar una gran factura al sistema sanitario y al sistema de salud mental en particular. Lo que pasa es que las facturas no se pagaron al contado. En la pandemia, teníamos menos demanda porque la gente estaba en casa y esto supuso un agravamiento que se ha visto después”.
“¿Qué tenemos ahora? Una mayor demanda, sobre todo en la población infanto-juvenil, que fue la que más sufrió con el coronavirus, después de la población mayor”, ha lamentado. “Se ha producido un incremento de la patología grave en niños y adolescentes, un incremento en las hospitalizaciones. Y ahora lo que sucede es que, ante esta mayor demanda porque la población sigue teniendo heridas, estamos viendo una bolsa de pacientes que, durante la pandemia, empeoraron”, añade.
Artal ha añadido que en el contexto actual faltan profesionales de psiquiatría, psicología clínica y enfermería. “El sistema está en crisis, con las listas de espera”, ha añadido.
“Lo que más nos preocupa es que la demanda ha aumentado de manera cuantitativa y cualitativa”, ha asegurado y ha apuntado que, por un lado, hay un mayor número de pacientes y por otro, más derivaciones sin discriminar mucho. Por lo que, en la misma fila, “hay pacientes esperando por un problema ‘menor’, que en otros casos trataban los médicos de familia, junto a pacientes mucho más graves”. “Y muchas veces los pacientes más graves no insisten, se dejan llevar, no luchan por que le vean antes”.
Compromiso de Janssen con la salud mental
“La innovación científica en los últimos años ha demostrado que las personas con un diagnóstico de esquizofrenia pueden desarrollar su proyecto de vida y vivir cada día menos condicionados por su patología, gracias a pautas de administración que se espacian cada vez más en el tiempo”, ha señalado Antolín Castedo, manager regional de Relaciones Institucionales en Janssen España. “Como compañía comprometida con la salud mental desde hace décadas es un compromiso y un orgullo poder acompañar en este reconocimiento a los profesionales sanitarios que trabajan para mejorar la calidad de vida y el día a día de las personas con esquizofrenia”, ha concluido.
