La Alianza General de Pacientes (AGP) sigue avanzando en su proyecto de expansión. Un paso en este camino ha sido la reunión celebrada la semana pasada entre el presidente de la asociación Freno al Ictus, Julio Agredano, Lozano, y el presidente de la AGP, Antonio Bernal. La impresión de ambos es que se encuentran en la misma senda, con un objetivo común, el de “salvar vidas”, como aseguraron tras el encuentro.
Antonio Bernal insiste en su impresión de que ambas entidades pueden trabajar muy bien juntas y aportarse muchas cosas. “La AGP puede colaborar mucho con esta asociación, que es muy joven, aunque llevan mucho desarrollado y cuenta con directivos con una gran capacidad”, indicó el presidente de la AGP. Bernal recalcó que su integración final en la alianza reforzaría la presencia de esta patología entre las asociaciones integradas en la alianza y permitiría contar con una representación en Madrid, para tener un acceso más sencillo.
En este sentido, el presidente de la AGP recordó que el área principal de congresos y reuniones es la capital, de manera que sería una buena aportación la de esta asociación madrileña y también un buen apoyo de su directivo a la presidencia de la alianza.
En la misma línea, el presidente de la AGP expresó su deseo de que la organización se incorpore de forma ágil, “para poder trabajar juntos cuanto antes”.
Por su parte, Julio Agredano también mostró su satisfacción ante el encuentro con los responsables de la Alianza General de Pacientes.
El presidente de Freno al Ictus admitió que de entrada no tenían intención de integrar su asociación en ningún tipo de paraguas que les proporcionara cobertura, como la AGP. “Somos muy nuevos”, insistió. No obstante, tras conocer la iniciativa se mostró favorable a establecer todo tipo de colaboración activa. “Estaremos encantados”, recalcó.
“La AGP puede aportar muchas cosas, porque puede ser el vehículo que nos de acceso a muchos sitios y nos permita contar para prevenir”, advirtió.
El presidente de Freno al Ictus insistió en que el 80 por ciento de estos accidentes cerebrovasculares son prevenibles, y hay pautas de actuación una vez que se producen. “Todo lo que sea promover esa información me parece poco”, indicó.
En la misma línea, apuntó que cuanto más se cuente, más prevención activa habrá, más detección temprana, y mejor cumplirán su objetivo, que también es el de salvar vidas.
La asociación madrileña surgió hace un año, aunque su presidente llevaba otro más con iniciativas para dar difusión a este mensaje de prevención. En el origen de todo está la experiencia personal de Julio, que tuvo un ictus con 39 años con unos factores de riesgo que en su momento desconocía que lo eran.
A raíz de esta vivencia y después de un año complicado de recuperación empezó a recopilar información, reparando en la idea de que muchos de estos datos no eran conocidos, de ahí que apostara por intentar promover iniciativas para dar visibilidad a esta patología.
Desde entonces, la presencia de esta asociación en jornadas y eventos deportivos ha sido una constante, y en la actualidad Freno al Ictus está integrada por casi un centenar de personas.
Aunque es una asociación nueva, Agredano es consciente de la necesidad de profesionalizar el movimiento asociativo. “Algo así no puede funcionar solo a base de voluntarios”, aclara, aunque matiza que también tienen su espacio. “Hay que permitir que puedan reintegrarse en este tipo de iniciativas para que puedan contar algo a la sociedad sobre su experiencia”, subraya.
En cualquier caso, hace hincapié en la necesidad de contar con un porcentaje importante de profesionales que permita, por ejemplo, realizar una comunicación activa, un camino en el que ya avanza esta asociación.
Bernal: “La Alianza puede colaborar y aportar mucho a esta asociación, que es una iniciativa muy joven”
Agredano: “La AGP puede ser el vehículo que nos de acceso a muchos lugares y nos permita contar para prevenir”
