C. M. LÓPEZ Madrid | viernes, 27 de enero de 2017 h |

Entender la farmacia hospitalaria como la puerta de entrada de las innovaciones en el entramado hospitalario es una realidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).

La llegada de nuevos medicamentos disruptivos no solo revoluciona la práctica clínica, también supone un escollo para el sistema sanitario que tiene que hacer un equilibrio para mejorar las prestaciones, mantener la equidad y seguir siendo sostenible.

Solo hay que ver el ejemplo en oncología con la inmunoterapia o en hepatología con los tratamientos para la hepatitis C. Ante estos avances, la evolución del papel de los servicios de farmacia es clara, así como el rol de liderazgo que van adquiriendo los equipos. De un modelo centrado exclusivamente en el medicamento se ha pasado a un modelo orientado a la asistencia.

Son muchos los expertos que sitúan al farmacéutico hospitalario en una posición clave dentro de la estructura de una entidad sanitaria para garantizar la sostenibilidad de la organización y la calidad asistencial. Es decir, pueden ser el factor de equilibrio dentro de una organización compleja como es la del hospital ya que deben ser garantes de la calidad del tratamiento farmacológico de forma integrada con los servicios especializados, a la vez que velar por la máxima eficiencia posible de acuerdo con la evidencia científica.

En este equilibrio es donde se encuentra el Servicio de Farmacia del Hospital Universitario Fundación Alcorcón. Su responsable, Montserrat Pérez Encinas, explica que en los últimos tiempos han notado una verdadera integración de la farmacia en los servicios clínicos.

No solo a través de las consultas, —el hospital madrileño cuenta con consultas de atención farmacéutica para pacientes— también en el día a día de estos profesionales en el hospital.

Por ejemplo, las sesiones clínicas programadas. A lo largo de la semana, los profesionales compatibilizan su día a día con la formación y la labor multidisciplinar en torno a estos encuentros. El objetivo es acercar la innovación y los avances a la asistencia.

Como indica Pérez, el hospital dispone de un programa de asistencia a sesiones, calendarizadas desde principios de enero. Se trata de encuentros informativos y clínicos. La mayoría están organizadas por los especialistas que invitan al servicio de farmacia para comentar cuestiones relativas a las patologías; sobre los pacientes; y los avances de las investigaciones. En otras sesiones también se acerca a los facultativos resultados de investigaciones que llevan a cabo los profesionales del hospital.

Medir y evaluar resultados

Medir y analizar los resultados de la atención sanitaria es uno de los desafíos que tiene el sistema por delante. En este centro, es una realidad. A través de estas sesiones, los profesionales presentan los resultados de sus propias investigaciones. La idea es asegurar una correcta prescripción y dispensación de medicamentos. Más allá de esta tarea, el servicio se encarga de realizar un seguimiento farmacoterapéutico individualizado de los pacientes; monitorizar los efectos de los fármacos en el paciente para poder prevenir, identificar y resolver problemas relacionados con los medicamentos. Como recuerda Pérez Encinas, educar y asesorar a los pacientes en materia de medicamentos es otra de las tareas fundamentales, así como estimular la adherencia de los pacientes a su tratamiento.

UN DÍA EN EL SERVICIO DE FH…

Ejemplo de esta colaboración interdisciplinar entre clínicos y farmacéuticos es la que se da cada semana en el hospital. GACETA MÉDICA ha tenido la oportunidad de asistir a uno de estos encuentros clínicos. Hace unos días tuvo lugar una sesión acerca del abordaje del Cáncer de Pulmón y las últimas terapias. El equipo al completo de Pérez Encinas, junto a oncólogos se congregaba para conocer los principales resultados de la inmunoterapia contra esta patología. En concreto, la efectividad de nivolumab fue la que se analizó. Marina Gálvez, farmacéutica residente del servicio, fue la encargada de exponer las principales novedades al respecto. Está claro que los avances en el campo de la inmunoterapia van a gran velocidad. Como comentó Gálvez, el carcinoma de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial. En función de su histología, estos tumores se clasifican en dos grandes grupos, carcinomas de pulmón microcíticos o de células pequeñas y carcinomas de pulmón no microcíticos o de células no pequeñas (CPNM). Los pacientes diagnosticados de CPNM en estadío avanzado tienen mal pronóstico, con una tasa de supervivencia a los 5 años del 9-13 por ciento, y con medianas de supervivencia de 9-12 meses. De este modo, las alternativas de tratamiento para pacientes con CPNM escamoso que progresan tras una primera línea de tratamiento son limitadas. Nivolumab está indicado para el tratamiento de cáncer de pulmón no microcítico de histología escamosa, localmente avanzado o metastásico después de quimioterapia previa, en pacientes adultos. Gálvez explicó que esta terapia ha demostrado ser eficaz y ha demostrado aumentar la supervivencia global, así lo respaldan diversos ensayos clínicos. En cualquier caso, tras la sesión clínica, los expertos pusieron sobre la mesa la necesidad de progresar en el desarrollo de nuevos biomarcadores que les permitan seguir avanzando en esta materia.