Carmen M. López Madrid | viernes, 29 de enero de 2016 h |

La llegada del inhibidor de molécula pequeña de la tirosina quinasa (TKI), nintedanib, ha permitido dar un paso más en fibrosis pulmonar idiopática (FPI) y mejorar la función pulmonar con resultados diferenciales respecto al tratamiento actual.

El escaso escenario terapéutico que existía ha dado una vuelta de tuerca con esta molécula. Se trata del único tratamiento que reduce significativamente el riesgo de exacerbaciones agudas —en un 47 por ciento—, debido a que bloquea las vías de señalización implicadas en los procesos fibróticos, y ralentiza en un 50 por ciento la progresión de la enfermedad. Se calcula que aproximadamente la mitad de los pacientes hospitalizados por una exacerbación aguda fallecen.

Para determinar el riesgo de exacerbación, los especialistas evalúan la capacidad vital forzada (CVF), una medida espirométrica que ofrece una visión de la función pulmonar.

Nintedanib, comercializado por Boehringer Ingelheim como OFEV, se dirige a los receptores del factor de crecimiento que han demostrado estar implicados en los mecanismos que generan la FPI.A juicio de Claudia Valenzuela, neumólogo de la Unidad de Enfermedades Pulmonares Intersticiales Difusas del Servicio de Neumología del Hospital Universitario La Princesa, supone un gran avance para los pacientes afectados, ante una enfermedad tan severa como ésta, que hasta hace muy poco carecía de opciones terapéuticas. “Poder ofrecer una opción farmacológica que enlentezca la progresión de la enfermedad es clave, ya que la FPI evoluciona de forma progresiva e irreversible a la pérdida de la función pulmonar”, ha explicado.

Prevalencia

En España se calcula que existen entre 7.500 y 10.000 pacientes diagnosticados que suelen presentar síntomas como disnea durante el ejercicio, tos seca y persistente, molestia en el pecho y el agrandamiento indoloro e insensible de las falanges terminales de los dedos de las manos y de los pies (hipocratismo digital, también conocido como dedos en palillo de tambor).

La experta asegura que el diagnóstico es determinante y para llegar al mismo se realiza un TAC torácico y a veces una biopsia pulmonar, una prueba ésta última a la que no todos los enfermos pueden someterse debido a su edad.

Además, este nuevo fármaco se suma a otro antifibrótico, pirfenidona, de eficacia también probada y que cuenta con mecanismos de acción diferente. La idea de los especialistas es “que no compitan”, según Valenzuela, y se puedan administrar juntos para que actúen a la vez.

La aprobación en España de nintedanib se basa en los resultados de los ensayos clínicos fase II Tomorrow y fase III Inpulsis.

Encuesta

En este contexto, con el fin de conocer la percepción sobre la FPI de los profesionales, Boehringer Ingelheim realizó una encuesta a 400 neumólogos de diez países. Entre los resultados, destaca que el 77 por ciento de los médicos opina que las opciones de tratamiento es una de las cuestiones más relevantes para los pacientes. Un dato fundamental, también, para el 84 por ciento de los españoles que participaron.