En Corea del Sur, todos los estudiantes deben mantener el distanciamiento social en el aula. A la llegada, los profesores controlan la temperatura corporal y los síntomas. Las escuelas están preparando barreras de plástico para el almuerzo, así como desinfectantes de manos y mascarillas adicionales de emergencia.

Las medidas para proporcionar una vuelta segura al colegio han llegado al punto de que los estudiantes comen el almuerzo en silencio, frente a las pantallas de plástico de sus compañeros. Así lo recoge el artículo “Apertura gradual de la escuela en línea y fuera de línea y un impacto en elepidemiología de COVID-19 en la población pediátrica, publicado en medRxiv, elaborado por investigadores coreanos.

¿Podría ser esta la nueva normalidad a la que se enfrenten los niños en todo el mundo?

Inconvenientes de la ausencia de escolarización

Han pasado varios meses desde que las escuelas cerraron en más de 190 países del mundo. Esta medida afecta a 1.57 mil millones de niños, aproximadamente el 90% de la población estudiantil mundial. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), a nivel nacional el cierre de escuelas alcanzó su punto máximo a 194 países el 13 de abril de 2020 y disminuyó a 110 países el 11 de julio de 2020.

Desde el inicio de la COVID-19, hubo preocupación sobre el papel de la población pediátrica en la propagación del SARS-CoV-2. Por ello, las escuelas han sido el punto de mira desde el comienzo de la pandemia. Sin embargo, los expertos coreanos indican que “el impacto negativo de limitar las actividades para un período prolongado en los niños es preocupante”. Además, es conveniente señalar las desigualdades existentes que pueden generarse entre niños con un entorno socioeconómico alto y bajo.

Situación pediátrica

Los expertos de Corea del Sur señalan que los grupos de transmisión temprana se identificaron principalmente en adultos. Esto hace que los niños sean menos propensos a ser casos en los hogares o comunidades. Asimismo “se sabe que una proporción significativa de pacientes pediátricos son asintomáticos o levemente sintomático con la excepción de casos inusuales con inflamación multisistémicasíndrome en niños”, destacan.

A pesar de ello, también aparecieron pacientes pediátricos con COVID-19 con cargas virales igualmente altas en la etapa temprana de la enfermedad en adultos. No obstante, “hay pocos datos que informen de transmisión entre niños derivando en un brote masivo“, explica el artículo de la medRxiv . Por este motivo “los casos pediátricos sintomáticos pueden ser cuestionados”.

Por poner ejemplos, los autores coreanos destacan que en más de 11.000 estudiantes y personal examinado en 40 escuelas, solo un estudiante adicional fue infectado en el mismo salón de clases en Corea del Sur.

En base a todo ello, en Corea del Sur consideran que la propagación de la COVID-19 dentro de las escuelas coreanas ha sido muy limitado, incluso después de tomar las medidas. No obstante, indican que estas afirmaciones deben considerarse con cautela. Al introducir restricciones y medidas en las aperturas parciales de las escuelas pueden no aplicarse a otros países.

A pesar de estas ideas, indican que es necesario “compartir nuestra sabiduría y evidencia científica” para poder mantener la seguridad comunitaria mientras continúa la pandemia.

Casos de COVID en la UE y Reino Unido

En esta línea de pensamiento coinciden investigadores de Estocolmo, que indican que “los niños tienen menos probabilidades de ser hospitalizados o tener resultados fatales que los adultos”. Esta conclusión se recoge en el documento “COVID-19 en niños y el papel de los entornos escolares en la transmisión”. En este artículo los autores han valorado las características de la enfermedad en niños en países de la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo, además de Reino Unido.

Una de las principales conclusiones del informe del Centro Europeo para la prevención y el control de enfermedades (ECDC) es que “se desconoce cómo infecciosos son los niños asintomáticos”. No obstante, se han documentado pocos brotes importantes de COVID-19 en las escuelas, algo que según los científicos es “difícil de detectar debido a la falta de síntomas en niños”.

Además de esto, investigaciones de casos identificados sugieren que la transmisión de niño a niño en escuelas es poco común y no es la causa principal de infección.

Los expertos señalan que “si se aplican medidas de distanciamiento físico e higiene adecuadas, es poco probable que las escuelas sean entornos de propagación más eficaces que otros con densidades similares de personas”.

En relación al cierre de las instituciones educativas, la evidencia científica del ECDC indica “es poco probable que se una medida eficaz para la transmisión comunitaria”.

Recomendaciones en España

La vuelta a las aulas en España aún es una gran incógnita, pero poco a poco comienzan a establecerse los pilares básicos para un retorno seguro. En este sentido, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, avanzó que el Ministerio de Sanidad y el de Educación están rediseñando un protocolo común para tener una vuelta al cole segura.

Simón recomienda establecer grupos pequeños en las aulas. De esta forma, las clases contarían entre 15 y 20 alumnos, aunque esta decisión compete a los gobiernos autonómicos.

“Si queremos grupos de convivencia estable, que no supongan un problema para la salud pública, tienen que ser relativamente pequeños”

Director del CCAES, Fernando Simón

Si no se implementan estas medidas, Simón ha advertido que la situación podría ser similar a la existente durante el mes de marzo.

Además, el directo del CCAES ha insistido en la importancia de contener la expansión en las escuelas, ya que los niños han pasado en verano en distintas zonas de España, algunas con riesgo. “Tenemos que minimizar el riesgo potencial de una mezcla explosiva” ha señalado durante la rueda de prensa en el Ministerio.

En este sentido, las consejerías están trabajando en el establecimiento de las medidas para una vuelta segura. Estas medidas de prevención requieren inversión en “espacio, recursos y tiempo”, ha indicado Simón.

Además de estas medidas básicas, el responsable destacó que será necesario escalonar las clases en más horas a lo largo del día, así como cumplir unas normas de comportamiento.

Toda la información correspondiente a la vuelta a las aulas está pendiente de la Conferencia de Presidentes a finales de agosto.


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