diabetes/ La compañía reitera las notificaciones de las agencias regulatorias

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| domingo, 18 de octubre de 2009 h |

irene fernández

Madrid

“A la luz de la evidencia, no hay por qué cuestionar la seguridad de insulina glargina. No se puede concluir que produzca cáncer”. Ésa es la postura de Sanofi-Aventis, compañía que comercializa esta insulina análoga con el nombre de Lantus, en palabras de su director médico, José María Taboada. Una postura que, tal y como indica, tras el debate suscitado antes y durante el pasado Congreso Europeo de Diabetes, celebrado en Viena —véase nº 304 de GM—, viene respaldada por las propias opiniones de las agencias regulatorias EMEA, FDA, ADA y EASD: los datos no son concluyentes y se requiere más información.

Por eso, “la EASD no puede decir nada más que lo que ya ha dicho”, opina. A pesar de que la postura de este organismo levantó las críticas de algunos de los diabetólogos reunidos en Viena.

“Lo que sí sabemos es que la propia diabetes, sobre todo la de tipo 2, ya sea por la hiperinsulinemia o por la obesidad, puede tener una relación con la incidencia del cáncer”, afirma. Y, continúa: “Sabemos que las insulinas análogas son mitogénicas, pero no oncogénicas, eso aún no se ha demostrado”. Además, los datos del estudio Origin, con más de 12.000 pacientes y que aún está en curso, “han demostrado que no existe relación entre insulina glargina y cáncer”, dice. No obstante, Sanofi-Aventis ha puesto en marcha todo un arsenal de estudios, consensuados con la EMEA, para aportar una respuesta científica al debate. Entre ellos, estudios retrospectivos y epidemiológicos en EEUU y Europa, así como un estudio de casos control y estudios preclínicos —mostrarán resultados a finales de 2010—, que permitan categorizar la insulina glargina y sus metabolitos. ¿El mensaje final? “Los pacientes pueden seguir con toda tranquilidad su tratamiento con esta insulina”, sentencia.