En el año 2011, el Sindicato Médico Andaluz de Granada elaboró un informe acerca de la jubilación del personal facultativo en las instituciones sanitarias del SNS. Ahora, recuperan el documento para reivindicar un régimen flexible de jubilación, entre los 60 y 70 años.

Gaceta Médica entrevista a Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico Andaluz (SMA) de Granada para abordar esta cuestión en profundidad.


Entrevista:

Pregunta. En primer lugar, ¿Por qué es necesario recuperar un informe de 2011? ¿La situación continúa igual que hace 10 años?

Respuesta. Estos días está de actualidad en las redes la petición de jubilación anticipada, sin merma retributiva de los sanitarios, con petición de firmas y otras actuaciones, por lo que hemos querido recordar que ya hace diez años desde este Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada se realizó este amplio y completo informe sobre este tema y otros aspectos de la profesión que es necesario solucionar de forma urgente.

P. ¿Qué opina acerca de ello? ¿Por qué se han producido estas circunstancias?

R. Desde el Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada opinamos que una profesión a la que se le exige tanta formación inicial (11 o 12 años de formación superior), formación continuada durante toda la vida laboral, unas jornadas tan prologadas con las guardias (en 30 años de trabajo se puede realizar una jornada equivalente a 40 o 45 años), trabajar por las noches, en sábados y festivos, unas condiciones laborales muy penosas con grandes cargas de trabajo, exposición a importantes riesgos para su salud y una gran responsabilidad en cada acto médico tanto desde el punto de vista ético como desde el punto de vista penal… es de justicia que puedan acceder a una jubilación flexible entre los 60 y 70 años sin mermas retributivas como tienen reconocido otras profesiones (mineros, bomberos, policías locales, funcionarios…)

“Estas circunstancias son históricas, siempre se le ha exigido a esta profesión mucho más que a otras”

Recordemos los médicos de APD, que permanecían en los pueblos las 24 horas durante 335 días al año para atender de forma continuada a sus pacientes. Ahora quedan las guardias, que han pasado de ser expectativa de trabajo para atender urgencias a un trabajo a destajo que prácticamente no permite descanso en las 24 horas, en la mayoría de los casos.

P. Cuando refiere riesgos de salud (físicos, químicos, biológicos, ergonómicos y psicosociales) que aumentan las cifras de burnout, ¿Puede detallar mejor qué riesgos asociados son?

R. Habría que estudiarlos para esta profesión, mediante los estudios oportunos por parte de los servicios de prevención de riesgos laborales, los estudios que existen y que están referenciados en el informe son referidos a trabajos nocturnos o trabajos a turnos, pero en el caso del médico se da la circunstancia de que estos trabajos se realizan en turnos por las tardes, noches, sábados y festivos en la mayoría de los casos añadidos a una jornada ordinaria, en la que las cargas de trabajo son, en muchos casos muy importantes, tengamos en cuenta que después de una consulta de 50, 60 o incluso más pacientes un médico de familia tiene que continuar de guardia hasta el día siguiente, eso no se da en otros trabajos nocturnos o por turnos. 

P. ¿Cómo debería afrontar la profesión médica este burnout?

R. Bueno es necesario un cambio importante, que en el caso de Atención Primaria pasa por un gran incremento de las plantillas, que son totalmente insuficientes.

Las plantillas ahora afrontan la falta de médicos especialistas jóvenes (Médicos de Familia y Pediatras) que puedan ocupar las muchas plazas que están quedando y van a quedar vacías en los próximos años por el importante número de jubilaciones que, no han sido previstas por las administraciones.

Los incrementos de plazas MIR de las últimas dos convocatorias y la de 2022 terminarán su formación entre los años 2024 y 2026. También hay que cambiar aspectos organizativos para que los médicos de AP no se vean obligados, a solucionar muchos asuntos que pueden ser solucionados por otros profesionales, es necesario acabar con tanta burocracia y sería de importante contar con un profesional que ayudara al médico en la consulta.

En los hospitales también existe el problema en algunas especialidades, no en todas, pero la verdad es que yo conozco mejor la situación en Atención Primaria, donde la respuesta a los pacientes no debe tener demoras excesivas que al final terminan saturando los servicios de urgencias de AP y hospitalarios.

P. ¿Qué modelo de horario de trabajo debería establecerse para que todos los profesionales sanitarios tuvieran las mismas condiciones sin estar sometidos a estos riesgos? ¿Qué tiempo de descanso entre guardias sería el adecuado?

R. Estos riesgos no se pueden suprimir, pero si se pueden limitar y tomar medidas para disminuir las negativas consecuencias del trabajo a turnos y el trabajo nocturno en los trabajadores expuestos, la principal medida consiste en disminuir el tiempo total de trabajo en el personal sometido a los mismos. Sin embargo, en el caso del personal facultativo sanitario la realidad es que, no sólo no se disminuye su jornada laboral, sino que ésta, como ya hemos señalado, se ve incrementada en un importante número de horas al año, como consecuencia de las guardias.

El descanso entre una jornada y el comienzo de la siguiente debe ser de 12 horas, pero en el caso de los médicos, en general después de una jornada ordinaria de 7 o 7,5 horas se continua con las guardias hasta completar un total de 24 horas continuadas y en sábados, domingos y festivos las guardias suelen ser de 24 horas continuadas. En la mayoría de las ocasiones estas 24 horas continuadas de trabajo con las cargas de trabajo actuales, al haberse pasado de ser una situación en “expectativa de trabajo” a una situación de “trabajo a destajo” no permiten un descanso adecuado y suponen una falta de sueño que afecta a la atención y puede causar errores.  

P. ¿Por qué las horas que se realizan fuera de la jornada ordinaria no se cuentan en los contratos por días o por horas? ¿Se cuentan en otro tipo de contrato?

R. Los médicos durante mucho tiempo han estado realizando guardias con contratos por días o por horas o bien de lunes a viernes, con lo que las cotizaciones son muy inferiores a las horas trabajadas, por ejemplo con un contrato de un día se trabajan 24 horas y solo se cotizaba por un día y no por tres que es a lo que corresponde la jornada de 24 horas, igual pasa con contratos de lunes a viernes en los que se puede hacer la jornada equivalente a una semana (siete días) o incluso más si se hace alguna guardia y sin embargo cotizan como cinco días a la seguridad social. Estas situaciones difícilmente se pueden dar en otros sectores.

“De esta forma hay médicos que ahora están próximos a jubilarse y no llegan a los 37 años cotizados que se les va a exigir muy pronto para tener derecho al 100 por ciento de la base reguladora y sin embargo han trabajado el equivalente a más de 40 o 45 años de jornada laboral

Y además el Ministro de Seguridad Social está hablando de incrementar estos requisitos hasta los 40 o más años cotizados después del año 2027 con la reforma que ahora van a negociar.

En el caso del resto de los médicos contratados de forma indefinida y a tiempo completo las guardias, que generalmente es trabajo adicional a la jornada ordinaria, tampoco cotizan ni computan como tiempo trabajado, pues les afecta el tope de cotización y aunque se trabaje el equivalente a más de una jornada, a dos e incluso más por las guardias solo se computa como una jornada trabajada.

P. ¿Por qué existe este exceso de guardias y trabajos nocturnos? ¿Qué consecuencias tiene a corto y largo plazo?

R. El motivo de tantas guardias y trabajo nocturno para los médicos en España, es la organización que existe para garantizar, la asistencia sanitaria a la población las 24 horas del día los 365 días del año. En otras categorías las plantillas son mucho más amplias y se organiza el trabajo mediante turnos, con una bonificación tanto en la jornada anual, que es inferior a la de los médicos, como mediante complementos económicos tanto por participar en turnos de trabajo como un plus por hora en los turnos nocturnos.

En el caso de los médicos ni existe esta reducción de la jornada ordinaria anual, que al contrario se ve muy incrementada, ni los complementos por turno o nocturnidad, es más el importe de la hora de guardia es inferior a la hora de trabajo ordinaria cuando en el caso de las horas extraordinarias su importe el del 175 por ciento del importe de la hora ordinaria.

Las consecuencias más evidente del trabajo de las guardia, por analogía con el trabajo a turnos y del trabajo nocturno es la somnolencia que repercute en la actividad profesional, con acumulación de errores, dificultad para mantener la atención, para percibir correctamente la información y/o dificultad para actuar con rapidez en una profesión que debe integrar mucha información y conocimiento en tiempo real para dar una respuesta inmediata a los problemas de salud que se le presentan, además con cargas de trabajo, en muchas ocasiones desmesuradas (consultas de 50, 60 o incluso más).

La falta acumulada de sueño durante días y semanas empeora la capacidad cognitiva de una persona en un proceso que tal vez sea irreversible.

P. ¿Qué tipo de medidas deberían adoptarse para evitar esta situación?

R. Sin duda un incremento de plantillas que mejoren las condiciones del ejercicio de la profesión en la jornada ordinaria y que disminuyan el número de guardias que deben realizar y el descanso entre las mismas, no solo después de las guardias sin también antes de la misma.

P. ¿Podría explicar de forma resumida la propuesta de creación de un Fondo de Pensiones específico?

R. Seria una forma de compensar la falta de cotización del importe de las guardias en la mayoría de los casos, pues estos importes suelen estar por encima del tope de cotización y de nada serviría que se incrementarán los topes de cotización pues ya los médicos cotizan por mucho más de la pensión máxima, si tienen los años suficientes de cotización y se les deja de abonar casi 500 euros al mes de pensión con relación a sus cotizaciones por el tope de la pensión.

De esta forma el importe destinado a este plan de pensiones supondría un ahorro en el IRPF, hemos de recordar que del importe de las guardias al médico llega muy poco más del 50 por ciento y a la hora de jubilarse les supondría un complemento a la pensión. Pero con los cambios introducidos este año (solo se pueden ingresar 2.000 euros al año en los planes de pensiones) y el año próximo (se limitará a 1.500 euros al año) tendría muy poca repercusión.

P. ¿Por qué se llega al punto de tener profesionales sanitarios en un estado “zombi” o somnoliento?

R. Este término es el usado en estudios realizados en hospitales de EEUU que han demostrado que los turnos continuados de más de 24 horas triplicaban el número de médicos agotado o “zombi”

Afirman esos estudios que después de 24 horas sin dormir, el estado mental es el equivalente al de una persona que supera el límite permitido de alcoholemia, lo que “es una buena estimación de las consecuencias que podría tener la falta crónica de sueño en el mundo real”.

La causa de llegar a estas situaciones es la realización de un exceso de esos turnos de 24 horas, que en algunos servicios se pueden dar casi todo el año y en otros en determinadas circunstancias en la que las plantillas están muy disminuidas por bajas, vacaciones… sin sustitución. Sobre todo en Atención Primaria las plantillas están diseñadas en un tiempo en el que existían miles y miles de médicos especialistas parados que trabajaban uno o dos meses al año, ahora ya la situación no es esa y las plantillas deben incrementarse, pues los nuevos especialistas no están dispuestos a firmar contratos de sustitución, contratos eventuales y contratos por días, horas o de lunes a viernes.

Hay que crear plazas estables y ofrecerles contratos atractivos y de larga duración para evitar que marchen fuera de España donde les ofrecen mejores condiciones laborales, retributivas y estabilidad.

P. La cantidad de facultativos en vistas de jubilación y los profesionales que comienzan sus periodos de formación continuada ¿Es una relación adecuada? ¿Deberían incrementarse las plazas de las especialidades para suplir las jubilaciones futuras?

R. Desde hace más de diez años, venimos advirtiendo de la necesidad de tener en cuenta que en estos años (diez o doce años) la jubilaciones se incrementaban en un gran porcentaje, casi se duplicarían, no era difícil de conocer pues se pasa de unos 39.000 en una década a más de 71.000 en la siguiente década que es la actual, pues no nos hicieron caso y es más, mientras aumentaba el número de egresados de las facultades de medicina se comenzó a disminuir el número de plazas MIR hasta llegar en el año 2014 a un mínimo de menos de 6.000 plazas, de las cuales unas 1.000 se ocupan por médicos procedentes de facultades de fuera de España o recirculantes, de esta forma nos encontramos ahora con la paradoja de que sobran médicos egresados de nuestras facultades de medicina, entre 4.000 y 5.000 que no han tenido acceso a una formación especializada que, recordemos es obligatoria para trabajar de médico especialista en España y sin embargo no hay médicos especialistas suficientes para reponer las jubilaciones que se están produciendo y se producirán en los próximos años en muchas especialidades, no en todas. 

“Las administraciones han reaccionado tarde, pues los incrementos de plazas MIR de estos años y de la próxima convocatoria terminarán su formación entre los años 2024 y 2007”

P. En este contexto, ¿Cuáles son las principales demandas del sindicato?

R. Nuestro Sistema Nacional de Salud sufrió unos recortes tremendos con la anterior crisis de los que aún no se ha recuperado, hasta tal punto que la inversión en el año 2009 era del 6,5 por ciento del PIB y en el años 2019 (últimos datos publicados por el Ministerio) era del 6 por ciento y esta pérdida en inversión se ha concentrado especialmente en Atención Primaria que apenas ha superado los 10.775 millones de euros del año 2009 pues en 2019 la inversión fue de apenas 11.094, con un incremento del 2,9 por ciento cuando la inflación se ha incrementado en un 15 por ciento entre enero de 2009 y diciembre de 2019 y el incremento en la inversión en el Sistema Sanitario Público ha sido del 6,3 por ciento y en los Servicios Hospitalarios el incremento ha sido del 18,8 por ciento.

En resumen necesitamos un presupuesto suficiente, que llegue cuanto antes al 7 por ciento del PIB y que Atención Primaria recupere el peso que dentro de los presupuestos sanitarios públicos hasta alcanzar el 20 por ciento lo antes posible y con el horizonte a medio plazo de llegar hasta el 25 por ciento, desde el escaso 14,8 por ciento del año 2019, esto permitirá tener unas plantillas adecuadas para hacer frente a la inmensa labor que debe realizar sin las excesivas cargas de trabajo que ahora soportan los médicos y que por tanto puedan dedicar el tiempo necesario a los pacientes para seguir solucionando, sin demoras excesivas, entre el 85 y 90 por ciento de las necesidades asistenciales de los ciudadanos evitando de esta forma la saturación de las urgencias y los servicios hospitalarios.

También es muy urgente que los médicos recuperen el tremendo recorte progresivo que se hizo en 2010, fue aproximadamente del 10 por ciento en todos los conceptos que no se recuperará nunca con los incrementos porcentuales lineales que se están aplicando ahora. Es necesario que los sueldos sean más competitivos con los de los países de nuestro entorno.


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