GM Barcelona | jueves, 06 de julio de 2017 h |

Dos estudios internacionales publicados en la revista Nature han demostrado los beneficios clínicos de dos vacunas personalizadas todavía en desarrollo dirigidas para tratar a pacientes con melanoma de alto riesgo sin mermar su seguridad. En el primero de los trabajos, liderado por el Instituto del Cáncer Dana-Farber y el Instituto Broad (ambos en Estados Unidos), los expertos llevaron a cabo un ensayo clínico de fase I en seis personas afectadas por este tipo de cáncer, cuyos tumores habían sido extirpados por cirugía y que se consideraban de alto riesgo de recurrencia. La vacuna probada provocó una fuerte actividad de los sistemas inmunitarios de los pacientes, con efectos secundarios insignificantes. Las vacunaciones se iniciaron tras unas 18 semanas después de la cirugía. Y los resultados apuntan que cuatro de los seis pacientes tratados no mostraron recurrencia a los 25 meses. Y en los otros dos pacientes, cuyo cáncer se había diseminado a los pulmones, la enfermedad reapareció después de la vacunación. En ese momento, se comenzó otro tipo de tratamiento (terapia de control, anti-PD-1) con el fármaco pembrolizumab, y ambos pacientes tuvieron una regresión completa del tumor y permanecen libres de enfermedad.

La vacuna (NeoVax), hecha a medida para cada paciente, contenía hasta 20 neoantígenos personalizados del tumor. Mientras que los antígenos son moléculas que estimulan el sistema inmunitario, los neoantígenos son el objetivo para una respuesta inmune antitumoral.

En el segundo de los trabajos, realizado por expertos de varias instituciones alemanas, se recoge el ensayo en fase I de la primera aplicación humana de una vacuna basada en ARN personalizado. Esta nueva estrategia de vacunación, realizada en 13 pacientes con melanoma, está dirigida a los antígenos del cáncer llamados neoepítopos, que son fragmentos proteínicos que pueden ser reconocidos por el sistema inmunitario y que sirven como marcadores para identificar y luchar contra el cáncer. Según Ugur Sahin, primer autor del estudio e investigador en la empresa alemana BioNTech, en todos los participantes la vacuna aumenta la inmunidad contra algunos de los antígenos tumorales específicos de cada paciente.