GM Madrid | viernes, 19 de enero de 2018 h |

Científicos de la Universidad de Texas en Dallas (Estados Unidos) han descrito un nuevo método para reducir los comportamientos asociados al dolor con la medicina basada en ARN, gracias a una nueva clase de moléculas señuelo que previenen su aparición.

“Si alguna vez te has golpeado con un martillo, días e incluso semanas después un leve toque en la zona afectada puede resultar doloroso”, ha reconocido uno de los autores de este trabajo que publica la revista ‘Nature Communications’, Zachary Campbell, que con su trabajo buscaba “interrumpir el inicio y la persistencia de los recuerdos del dolor”.

Para ello, su estudio se centró en bloquear la creación de proteínas que ponen en movimiento el dolor. Después de una lesión, las instrucciones proporcionadas por el genoma se traducen para crear proteínas de señalización del dolor, que están codificadas en moléculas llamadas ARN mensajero o ARNm.

El señuelo diseñado por el equipo de Campbell interrumpe el proceso de síntesis de proteína del dolor que facilita el ARNm, lo que reduce los signos de inflamación y el deterioro de los comportamientos de dolor.

“Cuando tienes una lesión, ciertas moléculas se producen rápidamente”, ha explicado este experto, que trabaja en el Departamento de Ciencias Biológicas. “Con este talón de Aquiles en mente, nos propusimos sabotear la serie normal de eventos que producen dolor en el lugar de una lesión.

En esencia, eliminamos la posibilidad de que surja un estado de dolor patológico”, ha explicado.

La réplica de ARN diseñada por el equipo de Campbell se inyectó en ratones de laboratorio en el lugar de una lesión, y confirmó su capacidad para reducir la respuesta conductual al dolor.

“Estamos manipulando un paso de la síntesis de proteínas”, dijo Campbell, que celebra que los resultados indican que “el tratamiento local con señuelo puede prevenir el dolor y la inflamación

“Hasta donde sabemos, este es el primer intento de crear una mímica químicamente estabilizada para inhibir competitivamente el ARN e interrumpir las interacciones con las proteínas”, según los autores, que confían en que su prueba permita abrir un área completamente nueva de la ciencia.