GM / Madrid | martes, 29 de noviembre de 2016 h |

Tras décadas sin avances relevantes en cáncer de cérvix, se acaba de incorporar al arsenal terapéutico contra este tumor la primera terapia biológica. Bevacizumab (Avastin, de Roche) fue el primer tratamiento antiangiogénico aprobado para un proceso oncológico. El Ministerio de Sanidad acaba de aprobar la financiación para su uso en el Sistema Nacional de Salud (SNS) como tratamiento para esta patología, de la que se detectan anualmente unos 2.500 casos en nuestro país.

La indicación autorizada es en combinación con quimioterapia (QT) —paclitaxel más cisplatino o paclitaxel más topotecan (si la paciente no puede recibir platino)— en mujeres con cáncer persistente, recurrente o metastásico. Esta combinación ha mostrado incrementar una tasa de supervivencia que en este tumor difiere de forma sustancial según la fase en la que se detecte: en fase inicial se estima que el 90 por ciento sobrevive a los cinco años; una cifra que baja al 15-20 por ciento cuando el tumor se ha diseminado en el momento del diagnóstico.

Hasta la autorización de este tratamiento, la supervivencia media de estas mujeres era de 12 meses. “Bevacizumab ha cambiado claramente el pronóstico”, subraya Ana Oaknin, oncóloga del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y vicepresidenta del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (Geico). Este grupo cooperativo ha sido el responsable en Europa del estudio que ha facilitado la aprobación de este tratamiento. “La introducción de esta terapia supone que se haya logrado alcanzar una supervivencia de 17 meses. Aumentar la esperanza de vida es el gran objetivo frente a esta enfermedad que apenas ha incorporado novedades más allá de la quimioterapia”, añade.

En esta línea, Lucas Minig, jefe del Servicio de Ginecología de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, afirma que el diagnóstico suele tener un impacto especial en las mujeres. “Cerca de un 20 por ciento tiene menos de 35 años cuando recibe el diagnóstico de un tumor de cérvix, y muchas de ellas con las expectativas de ser madre aún no cumplidas”, agrega, al tiempo que precisa que para ello deben pasar por un tratamiento que supone bien quitar el útero en etapas iniciales, bien recibir radioterapia en las fases más avanzadas.

Participación española en el estudio GOG-0240

La autorización se ha basado en los datos del estudio fase III GOG-0240 en el que España ha sido el único país europeo que ha participado, con siete hospitales y 18 pacientes. Una investigación del Grupo de Oncología Ginecológica (GOG), que ha contado con el apoyo del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos (NCI).

El estudio cumplió su objetivo primario al demostrar un aumento estadísticamente significativo de la supervivencia entre las mujeres tratadas con bevacizumab en combinación con QT versus aquellas que fueron tratadas únicamente con QT. Concretamente, las pacientes experimentaron una reducción del riesgo de muerte estadísticamente significativa del 29 por ciento, lo que supuso un incremento de la mediana de la supervivencia de cerca cuatro meses respecto a las tratadas solo con QT: mediana de supervivencia global de 17 meses frente a 13,3 meses.