J. A. R. Barcelona | viernes, 02 de diciembre de 2016 h |

El estudio del perfil epigenético es uno de los factores más relevantes para seguir avanzando en la medicina personalizada en el campo del cáncer. Así lo señaló Manel Esteller, profesor de investigación Icrea y director del Programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Idibell, durante la reunión “Desafío oncológico”, organizada por la Universidad Francisco de Vitoria.

En los últimos años, en muchos tumores se ha pasado de un enfoque de tratamiento basado en el estadiaje a un enfoque basado en las alteraciones genéticas y moleculares. “Actualmente, este tipo de abordaje se puede llevar a cabo en aproximadamente el 30 por ciento de los tumores”, comentó Esteller. A juicio de este experto, los avances en el conocimiento molecular, genético y epigénetico de los tumores no sólo permitirán desarrollar tratamientos más personalizados, sino que además “contaremos con mejores mecanismos para predecir la resistencia a las terapias y buscar otras vías cuando sea necesario”.

Como recordó Esteller, la puerta a la medicina personalizada en las neoplasias la abrió el cáncer de mama, con la selección de tumores que respondían a fármacos hormonales, “con lo que en estos subtipos se están alcanzando curaciones del 90 por ciento. Ahora se está aplicando la medicina personalizada a los tumores sólidos más frecuentes, como el cáncer de pulmón, sobre todo en no fumadores”.

En el campo de la epigenética, Esteller está trabajando en identificar genes cuya actividad química esté asociada a la respuesta a fármacos concretos. En este sentido, “hace poco hemos identificado un gen que cuya actividad epigenética es sensible a los inhibidores de BRAF y MEK”. Además, el grupo de Esteller ha desarrollado recientemente el Epicup (de Ferrer). Este test, que ya está comercializado, es un servicio de medicina personalizada que complementa los biomarcadores estudiados por inmunohistoquímica (IHC) para ayudar al clínico a identificar el tumor primario en aquellos pacientes en los que el diagnóstico es difícil. Detectar el tumor primario es algo fundamental para poder ofrecer el tratamiento adecuado.

En cuanto a los tumores más complicados de analizar y abordar desde un punto de vista epigenético, Esteller destacó “aquellos que son más heterogéneos, porque tienen muchas células diferentes, con alteraciones y resistencias diferentes, y aquellos tumores en estados más avanzados, que presentan toxicidad provocada por muchas alteraciones, como ocurre en el caso de los fumadores. Este tipo de heterogeneidad provoca que, aunque ataques una alteración, el tumor siempre encuentra otra para desarrollarse”.

Anti-HER2

Por su parte, Miguel Martín, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, habló sobre la terapia anti-HER2 en cáncer de mama y los avances para intentar vencer las resistencias que se pueden producir. Este experto explicó que “hay fármacos que son inmunotoxinas que se adaptan al receptor HER2 y liberan la carga tóxica de forma específica en las células tumorales. Otra fármaco, dasatinib, actúa en un punto diferente a trastuzumab en el receptor de membrana, y cuando se combina con este fármaco los resultados son importantes”. Como dijo Martín, la investigación en esta combinación está muy avanzada y “es probable que llegue pronto a España”.

Microbioma

La importancia del microbioma también se analizó durante el encuentro. Carlos Camps, jefe del Servicio de Oncología del Hospital General de Valencia, comentó que hay “datos todavía muy incipientes” que indican que la alteración en el microbioma podría facilitar el desarrollo del cáncer y dificultar la eficacia de las terapias mediante la “regulación del sistema inmunológico y la inducción de mecanismos carcinogénicos”.