GM Madrid | viernes, 06 de octubre de 2017 h |

Hace más de medio siglo, la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) desarrolló la clasificación TNM, que clasifica los tumores en función de su tamaño (T), afectación de los ganglios (N) y las metástasis a distancia (M).

En los últimos años, esta clasificación se ha visto ampliamente complementada con otros datos diagnósticos gracias al conocimiento de la biología de los tumores, lo que ha permitido individualizar el tratamiento de los pacientes con ciertos tipos de cáncer.

En los últimos años ha habido enormes avances, pero la medicina personalizada aún tiene que afrontar otros retos, tanto clínicos como de tipo organizativo, tal y como se ha puesto de manifiesto en el IX Seminario de Periodistas “Curar y Cuidar en Oncología”, organizado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) con la colaboración de la compañía biofarmacéutica MSD.

“El cambio más importante en la identificación de un paciente en Oncología viene de la mano de las pruebas genómicas obtenidas de las muestras de tumores, que permiten la selección personalizada del tratamiento para algunos pacientes”, ha destacado Ruth Vera, jefe de Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario de Navarra y vicepresidenta de SEOM. Esta afirmación fue compartida por Félix del Valle, director ejecutivo de MSD Oncología en España y Portugal, quien también participó en la inauguración. Vera ha subrayado a continuación cómo la identificación de alteraciones moleculares ha permitido “grandes avances extremadamente valiosos” en algunos tumores, como los de mama tipo HER2+. Sin embargo, se ha mostrado cauta porque todavía “no existe una prueba genómica exhaustiva global que pueda utilizarse de forma rutinaria para todos los tumores”.

En este sentido, la experta ha señalado que en la SEOM son conscientes de la importancia de desarrollar la medicina de precisión en España y facilitar su implantación en la práctica asistencial. Por su parte, Lourdes López-Bravo, directora de Investigación Clínica de MSD en España y Portugal, ha explicado que “las nuevas técnicas diagnósticas permiten conseguir unos resultados cada vez mejores en determinados tipos de tumores. Un diagnóstico certero y precoz posibilita comenzar cuanto antes el tratamiento más eficaz para cada paciente”.

En este sentido, Ana Cristina Cercós, miembro del Grupo de Farmacia Oncológica (Gedefo) de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), ha indicado que “las bases genéticas y moleculares de la enfermedad son ahora claves para estimar los riesgos y guiar las decisiones sobre prevención, diagnóstico y tratamiento. De hecho, la implantación de la medicina personalizada ha demostrado, en determinados casos, que la selección de pacientes con mayor probabilidad de respuesta permite mejorar la eficiencia de los tratamientos y la sostenibilidad del sistema”.

Por su parte, Ana Santaballa, jefe de Sección del Servicio de Oncología del Hospital Universitari I Politècnic la Fe de Valencia, ha recordado que, “la identificación de genes de susceptibilidad que aumentan el riesgo de padecer un determinado tipo de cáncer, como es el caso de mutaciones en BRCA, que se relaciona con riesgo aumentado de cáncer de mama y ovario, ha permitido aconsejar medidas de prevención que evitarán que ese individuo desarrolle un cáncer”.