CARMEN M. LÓPEZ Env. especial a San Diego | viernes, 07 de diciembre de 2018 h |

Durante la 60 Reunión y Exposición Anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH) en San Diego, varios estudios destacaron cómo el desarrollo tecnológico se está traduciendo en avances clínicamente relevantes para los trastornos sanguíneos difíciles de tratar. Ejemplos, a juicio de Joseph Mikhael, MD del Instituto de Investigación de Genómica Traslacional, City of Hope Cancer Center en Phoenix, del rápido progreso en la investigación médica gracias a la nueva tecnología y el intercambio de datos. “Incluso hace solo dos años, estudios como este no eran posibles”. A su juicio, la tarea que realiza la sociedad americana es trascendental para estos avances, ya que está permitiendo “la colaboración entre científicos, métodos y la traducción de esa ciencia en mejores resultados para el paciente”.

Estos estudios se centran en las formas en que los médicos pueden usar la información genética y clínica para obtener información específica del paciente. En concreto, uno de ellos se centra en técnicas de aprendizaje automático para mejorar las herramientas que utilizan los clínicos para determinar el pronóstico de los pacientes con síndromes mielodisplásicos. El otro estudio utiliza el cribado genético rápido para hacer coincidir a los pacientes diagnosticados con leucemia mieloide aguda con terapias dirigidas. Un tercer estudio sugiere centrarse en la salud del microbioma para ayudar a mejorar los resultados de los pacientes que se someten a un trasplante de células hematopoyéticas.