J. A. R. Barcelona | viernes, 15 de septiembre de 2017 h |

El protocolo de recuperación intensificada (también conocida como ERAS, o enhanced recovery after surgery, o fast track) reduce en dos días la estancia media de las pacientes operadas de cáncer de ovario avanzado. Estudio acabará final de año. Asimismo, permite reducir las reintervenciones, la mortalidad, no altera la morbilidad y reduce los costes. Estos son los principales resultados de un análisis intermedio de un estudio realizado por la Unidad de Ginecología Oncológica del Hospital Universitario Vall d’Hebron, presentados durante la jornada “Recuperación intensificada en cirugía abdominal, de la literatura a la implementación”. En el estudio participan cien pacientes. La mitad de ellas en el brazo de cirugía convencional y la otra mitad en cirugía fast track.

Como señaló José Luis Sánchez, médico adjunto de la citada unidad, este protocolo supone un “cambio de filosofía” para dejar de realizar procedimientos en cirugía que “se hacen por rutina”. Con el nuevo protocolo, se modifican muchas de los procesos que se llevan a cabo antes, durante y después de la cirugía ginecológica. “Por ejemplo, las mujeres pueden tomar un zumo dos horas antes de la cirugía, lo que mejora su confort. No se les pone sonda nasogástrica, no se les ponen drenajes, la anestesia está dirigida por objetivos, tras la intervención pueden ingerir alimentos a las seis horas. Todo ello hace que la recuperación sea más rápida y menos invasiva”, comentó Sánchez.

Este experto comentó que el protocolo está implementado desde marzo en toda la ginecología oncológica en Vall d’Hebron. “Y ya hay un acuerdo con el ministerio para que esté implementado en la mitad de los hospitales”.