| viernes, 08 de septiembre de 2017 h |

Dos trabajos de impronta española han venido a documentar hasta qué punto es importante saber si el cáncer colorrectal tiene su origen en el lado izquierdo o derecho del órgano. Esta circunstancia afecta tanto a la eficacia de los tratamientos como a la evolución del cáncer. Ambos estudios se han dado a conocer en Madrid en el marco del encuentro anual de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO).

Un total de 18 hospitales españoles han colaborado en la primera de estas investigaciones, un análisis que muestra cómo algunos pacientes con cáncer colorrectal metastásico (CCRm) responden mejor a la terapia con ciertos anticuerpos monoclonales más quimioterapia en primera línea si el tumor primario se encuentra en el lado izquierdo del colon.

Esto se ha visto de forma particular en pacientes que no tienen mutaciones en los genes RAS llamados RAS WT (acrónimo de ‘wild type’) y tratados con medicamentos de la clase de los anticuerpos monoclonales que actúan inhibiendo un factor de crecimiento de las células conocido como EGFR. Los pacientes sin estas mutaciones constituyen entorno al 40% de los pacientes con CCRm.

Entre estos casos, aquellos pacientes en los que el tumor primario se encontraba en el lado izquierdo del colon respondían significativamente mejor que quienes tenían localizado ese tumor en el lado derecho.

Manuel Benavides, jefe de sección de Oncología Médica del Hospital Universitario Regional y Virgen de la Victoria de Málaga, que firma este primer estudio, indica que “las diferencias en términos de pronóstico y eficacia del tratamiento son abismales”. De hecho, subraya el hecho de que la supervivencia global puede ser hasta 20 meses superior en estos pacientes con tumores primarios en el lado izquierdo del colon.

Para llegar a esta conclusión, los autores sometieron a un nuevo análisis los resultados de dos ensayos clínicos (MACRO-2 y PLANET) llevados a cabo dentro del Grupo Español de Tratamiento de Tumores Digestivos (TTD) que evaluaban la eficacia de la terapia con anticuerpos monoclonales anti-EGFR en primera línea con dos tipos de quimioterapia (FOLFOX o FOLFIRI).

Con estos datos, evaluaron los efectos de la localización del tumor primario en la tasa de respuesta objetiva, la supervivencia libre de progresión y la supervivencia global de los pacientes. En total se analizaron más de 250 casos de CCRm.

De acuerdo con los investigadores, la localización del tumor primario como tal en el cáncer de colon puede parecer simplista pero estos resultados confirman que el cáncer CCRm no es una única enfermedad, sino “un conjunto heterogéneo de trastornos en los que se observan diferencias clínicas y moleculares entre tumores situados a un lado o a otro del organismo, lo cual desemboca en pronósticos diversos”.

Para la Ruth Vera, jefe del Servicio de Oncología Médica del Complejo Hospitalario de Navarra y vicepresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), “estas disparidades vienen determinadas por diferencias en las alteraciones genéticas que producen el tumor, por diferentes tipos de respuesta inmune, diferentes localizaciones anatómicas y por otros factores aún no bien conocidos”, lo que hace que los cánceres de colon ya no se traten de la misma forma, sino que se analice cada caso concreto antes de elegir el mejor tratamiento posible.