C.M. LÓPEZ Madrid | viernes, 11 de mayo de 2018 h |

¿En el tercer milenio tiene sentido la vigilancia tradicional de la infección? ¿Es mejorable la vigilancia de tal modo que mejoren los resultados de la práctica clínica? La multirresistencia, en tanto en cuanto es resultado del mal uso de los antibióticos, es un evento adverso relacionado con la asistencia sanitaria, ¿podría ser además una enfermedad de declaración obligatoria (EDO)? Estos interrogantes trataron de ser despejados durante la mesa ‘De John Snow al big data: nuevas tendencias en la vigilancia de las IRAS’, en el seno de la Jornada del Hospital Ramón y Cajal.

Así, los expertos concluyeron que mejorar la vigilancia es clave para comprender el impacto real de la IRAS en general y de las multirresistencias en particular.

En este sentido, los profesionales pusieron sobre la mesa la distribución, a nivel global, de las redes de vigilancia epidemiológica de microorganismos multirresistentes —GLASS (Global Antimicrobial ResistanceSurveillance System), promovido por la OMS desde Octubre de 2015; y EARS-Net (European Antimicrobial Resistance Surveillance Network) que recibe los resultados de resistencia de hemocultivo y LCR (líquido cefalorraquídeo) de laboratorios de Microbiología de 30 países—.

En España, aparte del Plan Nacional de Resistencia a Antibióticos, las comunidades avanzan con los diversos sistemas de vigilancia —Pirasoa en Andalucía; o la Comunidad de Madrid con el programa de vigilancia de las enterobacterias productoras de carbapenemasas con resultados oficiales desde inicio de 2018—.

De este modo, los expertos llegaron a la conclusión de que aunque se han hecho notables esfuerzos en las instituciones, aún queda pendiente establecer unos criterios epidemiológicos estandarizados que permitan obtener indicadores de proceso y resultado claros.

En el Hospital Ramón y Cajal, por ejemplo, se ha elaborado un PROA con la participación multidisciplinar de todos los profesionales implicados: Microbiología, Farmacia, Enfermedades Infecciosas, Medicina Interna, Medicina Preventiva y Salud Pública y otros servicios. De hecho, próximamente se implantará y difundirá a todos los profesionales. Además, cuentan con una aplicación para el móvil con la Guía i-Doctus con la Guía Empírica de tratamiento antimicrobiano de gran ayuda para los profesionales.