Sandra Pulido Madrid | viernes, 28 de junio de 2019 h |

Un grupo de científicos de la Universidad de Alabama en Birmingham han identificado una enzima en el cerebro que puede ser una diana para las intervenciones contra la enfermedad de Alzheimer y otras demencias.

Los investigadores sugieren que la enzima, una serina / treonina quinasa conocida como LIMK1, puede desempeñar un papel importante en la degradación de las espinas dendríticas, las conexiones neuronales. En un artículo publicado en ‘Science Signaling’, el equipo informó sobre el uso de un medicamento experimental que parece inhibir con éxito LIMK1 y proporcionar un nivel de protección para las espinas dendríticas.

“Se trata del primer estudio que muestra que la inhibición de LIMK1 podría proporcionar un efecto protector para las espinas dendríticas”, ha comunicado Jeremy Herskowitz, profesor en el Departamento de Neurología de Escuela de Medicina de la UAB. “En modelos animales, hemos demostrado que el aumento de la actividad de LIMK1 está relacionado con cambios en la longitud y densidad de las espinas dendríticas, lo que tiene implicaciones para el alzheimer”.

Investigaciones anteriores demostraron que los individuos con espinas más largas y más numerosas no desarrollaron síntomas de demencia, incluso si tenían placas amiloides y marañas fibrilares de la proteína tau.

“En un cerebro sano, LIMK1 parece regular el tamaño y la densidad de las espinas dendríticas”, asegura Herskowitz. “En la demencia, la enzima es hiperactiva, lo que provoca daños en las espinas. En este estudio, pudimos proporcionar un efecto protector a las espinas dendríticas mediante un fármaco experimental que inhibía la actividad de LIMK1”.

LIMK1 se encuentra entre otras dos enzimas que se sabe que están asociadas con la demencia. Estas quinasas conocidas como ROCK 1 y ROCK 2, aumentan en la enfermedad de Alzheimer en fase temprana, según Herskowitz. Investigadores de todo el mundo han considerado a ROCK 1 y 2 como posibles objetivos de intervención en la demencia.

“Las quinasas ROCK están demostrando ser objetivos terapéuticos desafiantes porque inhibirlos puede causar efectos secundarios graves, incluida una caída en la presión arterial lo suficientemente significativa como para causar la muerte”, puntualiza el investigador. “Pero LIMK1 está regulada por las quinasas ROCK, particularmente ROCK 2. Por lo que sabemos ahora, la inhibición de LIMK1 no tiene efecto sobre ROCK, por lo que puede no tener los mismos efectos secundarios graves”.

Fármaco experimental

Las investigaciones también han apuntado que LIMK1 desempeña un papel en la metástasis del cáncer, por lo que el equipo de Herskowitz recurrió a un medicamento experimental llamado SR7826, que está en desarrollo como agente terapéutico contra el cáncer y que suprime la actividad de LIMK1. En un modelo animal, una dosis única administrada una vez al día durante 10 días aumentó la densidad de la columna dendrítica y aumentó la longitud de las espinas.

El fármaco tuvo efectos notables en las espinas dendríticas. Los resultados que creemos son significativos y prometedores”, aseguró Herskowitz. Asimismo, inciden en que se necesitarán más estudios para ver si el efecto continúa con el tiempo y si se desarrolla algún efecto negativo.