GM / Madrid | jueves, 06 de octubre de 2016 h |

La anemia es una comorbilidad frecuente en los pacientes con insuficiencia cardiaca (IC), que puede llegar a afectar hasta al 50 por ciento de los casos. Su impacto en el pronóstico del paciente es muy negativo, ya que se ha descrito hasta el doble de riesgo de mortalidad por cualquier causa, relacionado linealmente con los niveles bajos de hemoglobina.

Sin embargo, actualmente no se conocía si los cambios en el estado anémico a lo largo del tiempo influyen también en el pronóstico, y es lo que ha analizado el estudio de un equipo del Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, publicado recientemente en Revista Española de Cardiología (REC).

En el estudio se incluyó a 1.173 pacientes consecutivos, a los que se determinó la hemoglobina en la primera visita y a los seis meses. Como explica el autor principal del artículo, Carles Díez-López, “definimos la anemia como hemoglobina <13 g/dl en los varones y <12 g/dl en las mujeres, y clasificamos a los pacientes dependiendo del tipo de anemia: sin anemia (ambas determinaciones normales), con anemia transitoria (anemia en la primera visita, pero no a los seis meses), con anemia de nueva aparición (inicialmente sin anemia, pero con anemia a los seis meses) o con anemia permanente (anemia en ambas determinaciones)”.

Según especifica este experto, “hasta el 47 por ciento de una cohorte de pacientes con IC de la vida real presentan anemia según la definición de la Organización Mundial de la Salud, y de ellos una quinta parte normalizan las cifras de hemoglobina (anemia transitoria) en los primeros meses de seguimiento (6 meses)”. Sin embargo, Díez-López añade que, “otro quinto de los pacientes no anémicos presenta anemia en la evolución (anemia de nueva aparición), y hasta un tercio de los pacientes anémicos, permanecerán anémicos en la evolución (anemia persistente)”.

En el análisis multivariable, aunque la anemia y el tipo de anemia continuaron siendo predictores independientes de mortalidad por cualquier causa en los pacientes con IC, el subgrupo que presentó peor pronóstico fue el de los pacientes con anemia persistente, con 62 por ciento más de riesgo respecto a los no anémicos, seguidos de aquellos con anemia de nueva aparición (39 por ciento), que superaban en riesgo a los pacientes con anemia transitoria (31 por ciento).

A este respecto, Josep Lupón, también firmante del estudio y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), aclara que “la anemia en sí misma es un indicador del estado del paciente desde el punto de vista de la IC. En el estudio, el 24 por ciento de los pacientes resolvieron la anemia al recibir los tratamientos para la IC, sin embargo, los que no eran anémicos y, a pesar de estar tratados, desarrollaron anemia, reflejan un empeoramiento global de su enfermedad”.

Se ha descrito hasta el doble de riesgo de mortalidad por cualquier causa, relacionado linealmente con los niveles bajos de hemoglobina.