Sandra Pulido Madrid | viernes, 20 de septiembre de 2019 h |

La XXXVIII Lección Memorial de la Fundación Fernández-Cruz ha abordado de nuevo el concepto “revolucionario” de la edición genética. Su presidente, el profesor Arturo Fernández-Cruz, ha resaltado que la aparición de las enfermedades crónicas “son síntomas” del envejecimiento.

Ante esta situación, “la ciencia ha puesto encima de la mesa de forma clara una serie de herramientas. La primera, es el concepto de la epigenética y el genoma”, explicaba Fernández-Cruz. Sin embargo, hace unos años que la evidencia científica también señala hacía “el microbioma como responsable en la progresión o la identificación característica de ciertas enfermedades del envejecimiento. Al final del día volvemos a un concepto clásico, que tener hábitos saludables es mucho mas rentable que no tenerlos”, añadía. Asimismo, el profesor incidía que a lo largo de las diferentes ediciones “hemos entrado en el concepto revolucionario que es la edición genética, y con la edición de genes tenemos el reto más poderoso para corregir enfermedades y rejuvenecernos”.

Galardón Fernández-Cruz

Durante la Lección Memorial, la Fundación Fernández-Cruz ha hecho entrega del XXXVIII Premio Fernández-Cruz al Premio Nobel de Química 2018, Sir Gregory Paul Winter. El prestigioso científico es conocido por su trabajo sobre el uso terapéutico de los anticuerpos monoclonales. Su investigación en ingeniería de proteínas le llevó a producir el primer anticuerpo monoclonal cien por cien humano. Esta investigación permitió desarrollar fármacos capaces de combatir enfermedades inflamatorias autoinmunes, cardiológicas y oncológicas.

El presidente de la Fundación, ha resaltado que la investigación del científico “revolucionó la medicina con técnicas disruptivas para sintetizar anticuerpos monoclonales. Su descubrimiento se ha comparado con el hallazgo de la penicilina”. Este trabajo ha permitido cambiar los paradigmas de tratamiento de enfermedades como las cardiovasculares, las reumatológicas autoinmunes, las neurodegenerativas y las neoplásicas. “Era un investigador que acabó tropezando con la síntesis de enzimas, pero su trabajó no ha acabado ahí, ya que concibe la medicina como una empresa y ha desarrollado compañías para poder seguir investigando”, añadió Fernández-Cruz. Por su parte, el Premio Nobel, que ha recibido el galardón de manos del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha agradecido a la Fundación su aportación a la sociedad “porque tenéis muchos objetivos que trabajan por el beneficio del paciente, marcáis la diferencia”. Asimismo, Sir Gregory Paul Winter ha clausurado la jornada con la lección magistral ‘Lecciones Aprendidas de la Evolución, una Hoja de Ruta para la Producción de Nuevos Medicamentos’.

La innovación y el ‘real world data’

Dentro del evento, la compañía AbbVie ha organizado un ‘Encuentro con los Medios’ en la que Luis Nudelman, director médico de AbbVie en España, ha resaltado que los descubrimientos de Gregory P. Winter han permitido el desarrollo de anticuerpos monoclonales humanizados. “Gracias a estos se han desarrollado numerosos tratamientos innovadores en áreas terapéuticas como la oncología y la inmunología” y en ese sentido “la compañía tiene mucha experiencia”.

Asimismo, Nudelman ha señalado la importancia de la inteligencia artificial y los datos en la vida real. “Un punto importante respecto al futuro es el rol de la inteligencia artificial en todo lo que tiene que ver con la vida real. Los ensayos clínicos son la mejor herramienta que tenemos pero son herramientas que tiene ciertos límites. Cuando necesitamos datos de la vida real la tecnología es muy importante”, puntualizó.

“España es un país pionero en innovación y para AbbVie es un centro de excelencia. Estamos desarrollando más de 100 ensayos clínicos en el país, en todas las comunidades autónomas y en las diferentes áreas terapéuticas: inmunología, hematología, oncología y neurociencia”, continuó. “Uno de cada cinco de nuestros empleados trabaja en Investigación y Desarrollo, así que España ocupa un lugar antagónico y se ha convertido en un centro de atracción para los ensayos clínicos, porque no solo el volumen de datos es muy bueno sino la calidad de datos generados en España son muy buenos también”, concluyó.