J. A. R. Barcelona | viernes, 30 de diciembre de 2016 h |

La gran cita de la oncología no vivió la presentación de fármacos o hallazgos que generen cambios de paradigma ni permitan escribir grandes titulares. Pero el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) 2016 sí dejó una importante huella, pues ha confirmado la consolidación de la inmunoterapia en el tratamiento de las neoplasias. Una de las novedades más destacables en este campo vino de un tipo de cáncer que no suele copar los medios de comunicación. Hacía casi treinta años que no había novedades en el carcinoma urotelial localmente avanzado o metastásico (mUC). En ASCO se presentaron datos actualizados del estudio en fase II IMvigor210. Este trabajó señaló que atezolizumab (Tecentriq, de Roche) redujo el tamaño de los tumores (tasa de respuesta objetiva) en un 24 por ciento en los pacientes que no habían recibido tratamiento previo y que no eran elegibles para la quimioterapia basada en cisplatino.

Asimismo, también se presentaron datos de inmunoterapia en el carcinoma de células de Merkel (CCM), un tumor raro con una supervivencia del 18 por ciento a los cinco años en pacientes metastásicos Un estudio fase 2 abre una alternativa inmunoterapéutica a la quimioterapia, pues avelumab (un anticuerpo monoclonal anti-PD-L1 desarrollado por Merck y Pfizer) ofrece una tasa de respuesta objetiva del 31,8 por ciento.

También fueron muy comentados los resultados de fase 1b con la combinación nivolumab (Opdivo, de Bristol Myers Squibb) y ipilimumab (Yervoy, también de Bristol Myers Squibb) en cáncer de pulmón no microcítico avanzado (CPNM). La clave de esta trabajo es que la combinación también impacta en pacientes que son PD-L1 negativos.

Precisamente, Julie M. Vose, presidenta de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO), comentaba en una entrevista para GACETA MÉDICA, que la inmunoterapia es un ámbito de gran relevancia, “porque si piensas cuál es el problema del cáncer es que el sistema inmune no reconozca las células tumorales y aquí es donde trabajan estos fármacos”. En cuanto a a los resultados sobre su eficacia, esta experta señalaba que este abordaje “ha demostrado en diferentes estudios, al menos en este encuentro, que funciona a largo plazo, hay un porcentaje alto de pacientes que incluso muestran respuesta sostenida a los 3-5 años después de la terapia, en muchos casos en tumores que no tenían otro tratamiento”.