Gaceta Médica Barcelona | viernes, 09 de diciembre de 2016 h |

Investigadores de la Universidad de Barcelona (UB) han identificado un gen implicado en el procesamiento del sonido. Los expertos han detectado diferencias genéticas en la eficacia con la que el colículo inferior codifica las señales auditivas. Estos resultados servirán para profundizar en la comprensión del sistema auditivo y de las distintas patologías que tienen que ver con la codificación del lenguaje.

El colículo inferior es una estructura del sistema auditivo que actúa como filtro o punto de integración para decodificar los sonidos exteriores, y que en función de la experiencia del individuo se va modulando o afinando. “Estudios recientes en animales muestran que la serotonina en el espacio sináptico influye en esta codificación del sonido, por lo que la presencia de este neurotransmisor ayuda a que las neuronas sean más finas y precisas a la hora de filtrar la información que llega al colículo inferior», explica Carles Escera, de la UB.

Con el objetivo de averiguar si existe esta correlación en humanos, los investigadores estudiaron el genotipo de 58 voluntarios para analizar la presencia de 5-Httlpr, un polimorfismo genético que modula la serotonina en el espacio sináptico. Después, los participantes fueron sometidos a un estímulo repetitivo (la sílaba /ba/) y se registró la respuesta de las neuronas del colículo inferior con un casco de electrodos. Se trata de la grabación de una respuesta específica denominada respuesta de seguimiento de frecuencia. Es decir, “cuando se presenta un estímulo con una frecuencia característica y dentro de un rango determinado, las neuronas del colículo inferior reaccionan y sincronizan su respuesta fisiológica con la del estímulo”, explica Lenka Selinger, de la UB.

Los resultados muestran que las neuronas de las personas con la variante alélica corta del polimorfismo 5-Httlpr (y por tanto, con mayor disponibilidad de serotonina en el espacio sináptico) se sincronizaron con el estímulo con más precisión. “Las personas con más serotonina en el colículo inferior son capaces de analizar más cuidadosamente el estímulo y extraer mucha más señal en el mismo contexto. De hecho, es la primera vez que se encuentra una diferencia genética tan robusta en la codificación del sonido”, aclara Escera.