J.P.R. Madrid | viernes, 16 de febrero de 2018 h |

Los avances registrados en terapias génicas y en inmunoterapia han revolucionado el abordaje de las enfermedades oncohematológicas. La investigación en células CART o el uso de tecnologías de edición genómica como el Crispr-Cas9 fueron algunas de las cuestiones que se trataron durante la jornada ‘Boston Research 360º Experience in Oncohematology’, que organizó la compañía farmacéutica Takeda.

“El primer problema que tenemos que entender es que el tumor cambia constantemente. Por este motivo, la inmunooncología es tan importante. Tenemos unos fármacos excelentes pero lo que hacen es abordar la situación como la entendemos hoy y por eso aparecen las recaídas”, señaló el ex director de la Unidad de Mieloma de la Universidad de Turín e investigador en Oncología de Takeda, Antonio Palumbo, en una entrevista previa al encuentro. Ante esta situación “la inmunooncología es esencial porque en estos momentos ya estamos desarrollando metodología que nos permite seguir los cambios que se producen en el tumor. Por ejemplo, las células CART, que es un tratamiento muy prometedor, porque mata el tumor mientras están cambiando”, añadió.

Paul G. Richradson, del Instituto de Oncología Dana Farber de Boston, insistió también en una entrevista en que “la inmunosupresión es la base de la oncología. Esencialmente el sistema inmunitario falla y no puede detectar las células tumorales y se reproduce el cáncer. La oncohematología tiene una gran potencial porque estamos perdiendo esa supervisión inmunológica”. Por eso la oncohematología “o la capacidad para reestablecer el sistema inmunitario de modo que podamos utilizarlo para eliminar los tumores. Es lo que hacemos con los nuevos tratamientos como por ejemplo las células CART, que nos permite manipular el sistema inmunitario”, subrayó Richardson.

Colaboración a diferentes niveles

Durante una rueda de prensa previa al encuentro, Palumbo puso de manifiesto la necesidad de una mayor colaboración entre “la industria y la academia y entre los organismos reguladores y la sociedad”, lo que permitiría “reducir los costes y mejorar la eficacia”, añadió.

El jefe del Servicio de hematología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, José Antonio Pérez Simón, señaló que existen en la actualidad tres estrategias en el Sistema Nacional de salud para reducir la brecha existente entre la investigación básica y la traslacional. La primera sería la creación de los institutos de investigación sanitaria dentro de los hospitales, en los que los profesionales compaginan su labor investigadora y asistencial.

Un segunda sería las redes por áreas temáticas dependientes del Instituto de Salud Carlos III. “En hematología destacan el Centro de Investigación Biomédica en Red Cáncer (Ciberonc) y la Red de terapia Celular”, explicó Pérez Simón. En tercer lugar, se encuentran diversas plataformas de apoyo a la investigación clínica. El hematólogo insistió que España “tiene margen de mejora”, a pesar de que la media de inversión en investigación de nuestro país está por debajo de la de la Unión Europea.

La especialista en hematología y responsable de la Unidad de Mieloma del Hospital Universitario de Salamanca, María Victoria Mateos, destacó como proyecto de colaboración la Alianza Harmony, una plataforma de big data que recogerá los datos de pacientes oncohematológicos de diferentes países europeos.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 40 millones de euros y está coordinado por el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca y el Instituto de Investigación Sanitaria de La FE de Valencia. “Se trata de acotar las características de los pacientes para ofrecerles el mejor tratamiento que se adapte a su enfermedad”, señaló Mateos.

La hematóloga destacó los ensayos actuales en CART “de la industria farmacéutica y de la academia como el de la Universidad Autónoma de Barcelona”.