E.B. Barcelona | viernes, 11 de noviembre de 2016 h |

Un neuroestimulador contra el dolor crónico que es compatible con la RM (resonancia magnética). Ésta es una de las principales ventajas del neuroestimulador Precision Montage MRI, de Boston Scientific. El tratamiento del dolor crónico es uno de los grandes retos en el campo de la medicina, ya que hay pacientes que, a pesar de los fármacos disponibles, apenas mejoran de sus síntomas. Por eso, José Paz Solís, adjunto al servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario La Paz de Madrid, señala que es necesario contar con nuevos abordajes para tratar el dolor crónico.

Como señala este experto, este nuevo neuroestimulador “se coloca directamente en la cara posterior de la médula. Y actúa en el sistema nervioso modulando la actividad cerebral a través de impulsos eléctricos localizados en las vías que transmiten el dolor”. El paciente puede decidir si desea cambiar el dolor por una sensación de hormigueo o, simplemente, por la ausencia de dolor.

Paz comenta que este aparato está indicado para pacientes con dolor crónico especialmente de tipo neuropático. “Está pensado para pacientes que sufren dolor tras una cirugía lumbar o tras perder un miembro, por ejemplo. Pacientes que llevan meses o años luchando contra el dolor y que no mejoran a pesar de tomar decenas de pastillas cada día”.

Compatible con RM

Este experto destaca que este neuroestimulador está adaptado para que no se vea afectado por las pruebas de resonancia magnética. Hay que tener en cuenta que los pacientes que llevan otros modelos deben someterse a pruebas menos precisas que la RM o deben quitarse el apartado si necesitan someterse a una RM. El electrodo del nuevo estimulador se ha diseñado con una triple capa para cancelar la energía de radiofrecuencia que causa el calor, protegiendo al paciente a la hora de someterse a RM de manera ilimitada.

Batería más duradera

Otra de las ventajas de este nuevo neuroestimulador, a juicio de Paz Solís, es la batería. “Ahora, cada vez los pacientes que demandan este tipo de dispositivos son más jóvenes. En los pacientes que llevan dispositivos con baterías no recargables, hay que realizar una cirugía cada 4 o 5 años para abrir el bolsillo subcutáneo y cambiar la pila”. La batería del nuevo modelo tiene una vida media de 12 años y, además, es recargable a través de inducción.

Asimismo, añade este experto, “el sistema de programación es más potente, ya que cuenta con más programas, por lo que se pueden controlar mejor los diferentes parámetros”. El sistema permite afinar el tamaño y la forma del campo de estimulación. Esto minimiza los efectos secundarios de una reacción no deseada y prolonga el tratamiento. ”La clave es que el paciente puede controlar el sistema de programación y modificar el tipo de sensación y la intensidad de la misma a su antojo”, añade Paz.

Por último, este experto pone el énfasis en que cada vez se identifica mejor a los pacientes con dolor crónico. “El dolor crónico es una patología en sí misma, que llega a cambiar la forma de pensar de los pacientes, sus relaciones personales, su manera de afrontar el trabajo. Por eso es fundamental cortar el círculo vicioso que genera”.