M.P. Madrid | viernes, 07 de junio de 2019 h |

“Hasta el 15 por ciento de las dietas servidas en hospitales y hasta el 26 por ciento de las servidas en residencias de ancianos son trituradas. Sin embargo, no existen estudios descriptivos sobre los beneficios y los costes asociados a estas dietas trituradas artesanales y las elaboradas mediante productos específicamente diseñados con trastornos de la deglución (alimentación básica adaptada, ABA). Tampoco se conocen estudios que demuestren los beneficios del uso de robots o máquinas de producción de recetas trituradas respecto a la producción manual en centros sanitarios”. Son palabras de María D. Ballesteros Pomar, médico del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Unviersitario de León e investigadora principal y miembro del Comité Científico del estudio Abadía, una investigación que cuenta con el patrocinio de Nestlé Health Science.

Las primeras conclusiones de este trabajo han sido presentadas durante el 34 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (Senpe) celebrado en Santiago de Compostela.

El objetivo principal del estudio ha sido identificar el uso de recursos asociados a la preparación de tres tipos de dietas trituradas: artesanal, ABA y ABA-MixxPro, al mismo tiempo que se pretendía evaluar el grado de satisfacción de los participantes con cada tipo de dieta triturada estudiada y los beneficios clínicos, en términos de seguridad y eficacia, de cada una de las dietas trituradas.

Para su realización, se reclutaron 112 pacientes mayores de 65 años y con patología neurológica. A partir de su experiencia, se llevó a cabo este análisis que ha demostrado la aceptación cumplimiento y seguridad de las dietas trituradas con productos de la gama ABA elaboradas mediante el sistema MixxPro, que permite incorporarlos en las dietas de pacientes con disfagia donde las alteraciones nutricionales son frecuentes. Con su empleo se asegura un mayor aporte de calorías a un coste asequible.

Este estudio, subraya Ballesteros, “permitirá dar un paso más en el abordaje de la disfagia. Por fin podemos saber qué dietas marcan la diferencia no solo en cuanto a seguridad y eficacia, sino también en impacto económico y satisfacción del paciente”.